El cine gallego peleará esta noche en los Goya por llevarse hasta diez estatuillas
Cultura
«O que arde», de Oliver Laxe, aspira a cuatro galardones, y «Quien a hierro mata», a tres
25 Jan 2020. Actualizado a las 05:00 h.
Benedicta Sánchez tiene 84 años y nunca, hasta hace año y medio, se había puesto delante de una cámara. Y no es que haya hecho pocas cosas en su vida esta enjuta y curtida mujer, fotógrafa social, viajera incansable, alpinista y montañera; pronto, quizá, también ganadora de un Goya. A la de O Corgo la arrastró hace un par de años su hija hasta un casting en Navia de Suarna en el que se buscaba a una mujer de más de 60 años. Tan bien se le dio meterse en la piel de esa madre de un pirómano que regresa a casa tras salir de prisión que no solo convenció de su talento al cineasta lugués Oliver Laxe, que enseguida la fichó, sino también a los académicos que, meses después del estreno de O que arde, decidieron nominarla a mejor actriz revelación. No es la única categoría en la que compite este largometraje, que en esta 34.ª edición de los Goya opta a otros tres galardones más: al de mejor fotografía -por el trabajo de Mauro Herce-, al de mejor dirección -disputado entre Laxe, Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar y la realización a tres manos de Jose Mari Goenaga, Jon Garaño y Aitor Arregi- y al de mejor película.
El Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga, donde se celebrará la ceremonia, recibirá a unos cuantos gallegos más: hasta diez cabezones pueden terminar recalando en esta esquina del mapa, ya que a las nominaciones de la cinta de Laxe -que se mide con Dolor y gloria, Intemperie y La trinchera infinita- se suman tres de Quien a hierro mata, producida por Vaca Films; la del actor vigués Santi Prego, por su revelador papel en Mientras dure la guerra; la del vigués Eligio Montero, por el guion adaptado de Buñuel en el laberinto de las tortugas; y la del lucense David Fidalgo, por el cortometraje de animación Homomaquia. Además, el actor compostelano Tamar Novas entregará el Goya a mejor actor revelación, premio que él mismo ganó en el 2005 por Mar adentro.
Luis Tosar, a por el cuarto
La otra cinta gallega que opta a reconocimiento en esta edición es una historia de venganza dirigida por Paco Plaza, la de Mario y sus particulares infiernos, enfermero de una residencia de mayores que esta noche podría darle a Luis Tosar -aspirante a mejor actor junto a Antonio Banderas (Dolor y gloria), Antonio de la Torre (La trinchera infinita) y Karra Elejalde (Mientras dure la guerra)- su cuarto premio Goya. El de Cospeito atesora ya una buena colección de estatuillas: una por su papel de secundario en Los lunes al sol y dos más por su interpretación protagonista en Te doy mis ojos y en Celda 211.
Completa la cuota gallega en Málaga el otro par de candidaturas de Quien a hierro mata: la de Enric Auquer en la categoría de mejor actor revelación y la de David Machado (junto a Yasmina Praderas y Gabriel Gutiérrez) en la de sonido. Machado ya es dueño de un busto del pintor aragonés que consiguió en el 2016 con El desconocido.
La de hoy será la tercera gala de los Goya que sale de Madrid, tras las del 2000, que acogió Barcelona, y la del año pasado, que se celebró en Sevilla. Por segunda vez, Andreu Buenafuente y Silvia Abril serán los encargados de conducir una ceremonia que reconocerá las «inolvidables interpretaciones» de Pepa Flores, Marisol, y que contará con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y las actuaciones musicales del británico Jamie Cullum, Rayden, Ana Mena, Pablo Alborán y Antonio Banderas con su A chorus line.
Los favoritos y las novedades
El filme de Amenábar, Mientras dure la guerra, y el de Almodóvar, Dolor y gloria, suman un total de 33 nominaciones, 17 el primero y 16 el segundo. Entre otros, aspiran a los premios de mejor película, dirección, actor protagonista, actriz y actor de reparto, dirección de producción, dirección de fotografía, montaje y dirección artística. De cerca les sigue La trinchera infinita, que aspira a un total de 15 réplicas de la popular estatuilla que, curiosamente, esta noche cambia de aspecto. El nuevo diseño del cabezón es el tercero en los más de 30 de años de historia de los Goya. Pesa algo más de dos kilos y medio y tiene una forma «más suave» y «definida». En esta edición, además, los sobres con los nombres de los ganadores llevarán, como novedad, una lengüeta que facilitará la lectura y permitirá abrirlos de manera «fácil». Para que no quepa ninguna duda.