La Voz de Galicia

Renée Zellweger: «Para entender a Judy Garland, tuve que meterme en una corriente turbulenta»

Cultura

María Estévez Los Angeles / COLPISA ACTRIZ

La actriz regresa a la interpretación por la puerta grande con su recreación de «Judy», filme que se estrenó este viernes

02 Feb 2020. Actualizado a las 05:00 h.

Muy lejos del perfil de aquella ñoñería cómica de personaje que era Bridget Jones y que le dio la fama en los primeros años del sigo XXI, Renée Zellweger (Katy, Texas, 1969) bucea ahora en corrientes turbulentas para retratar a Judy Garland. Protagonista y productora del filme Judy, la actriz da vida a Garland cuando la estrella de Hollywood -y de la canción- ya estaba arruinada y hacía malabares para superar sus muchos problemas domésticos. Y la verdad es que Zellweger se reivindica como intérprete de altura. Nominada al Óscar por este trabajo, que ya le dio el Globo de Oro, la cinta -realizada por el director de teatro y cine inglés Rupert Goold, sobre un guion de Tom Edge que adapta la obra del dramaturgo Peter Quilter- llegó el pasado viernes a las salas comerciales.

-La ovación que recibió en el festival de Toronto por su interpretación en «Judy» le hizo llorar.

-Es que fue muy emocionante vivirlo. Mi intención con el trabajo en esta película era hacer una celebración de la vida de Judy Garland, una mujer a la que admiro mucho porque ha sido una de las grandes vocalistas de la historia. Comprender su vida, cómo superó los problemas y las dificultades de trabajar en Hollywood en ese momento, me ayudó a poner su figura en perspectiva. Su imagen se transformó ante mis ojos una vez que leí el guion.

-Después de este filme es imposible volver a ver «El mago de Oz» con los mismos ojos.

-Estoy de acuerdo. Siempre ha sido una de mis películas favoritas. Sin embargo, cuando descubrí lo que sufrió Judy Garland al filmarla, algo se rompió. David Livingstone me envió el guion y me cautivó. Estaba muy interesado en la vida de Judy en su última etapa, cuando había perdido todo. Una vez que me decidí, contraté a un profesor de canto para entrenar mi voz e identificar los parámetros de Judy. Su estilo es muy particular; la forma en que camina, su lenguaje corporal... Ha sido un proceso de investigación muy difícil, pero estoy muy orgullosa del resultado.

-¿Con qué ha de quedarse el público?

-Hay que entender la gratitud de Judy. Ella compartió su experiencia para celebrar la música. Su legado significa mucho para mucha gente. Creo que sus admiradores quieren seguir disfrutando y compartiendo lo que ella representa para ellos, incluso cincuenta años después de su muerte.

-¿Tuvo claro desde el principio cómo iba a interpretar a Judy?

-No. De hecho, me negué a comprometerme con el personaje cuando me lo ofrecieron porque no me parecía posible que yo pudiera hacerlo. Una vez investigué sobre ella, empecé a darle forma y me vi capacitada para interpretarla. Estamos hablando de un icono cultural. Tuve que meterme en una corriente turbulenta y yo misma buceé por YouTube durante horas y días para entender el personaje de Judy Garland, para intentar representarla con toda su integridad. Ese ha sido mi mayor logro, la entrega que he puesto en el personaje.

«Me quemé, de rodaje en rodaje, y me olvidé de vivir»

Parece que los productores de la película Judy no dejaron comer a sus anchas a Renée Zellweger durante el rodaje. Ah, Hollywood...

-Tengo mis propios pensamientos sobre la belleza y cómo se representa. No estoy de acuerdo con la idea de que sigamos siendo los mismos, creo que algo ha cambiado. Hemos creado una idea errónea de lo que realmente nos parece atractivo, pero una mujer que vive apasionadamente y es feliz es hermosa. La cualidad más atractiva en una mujer o un hombre es la alegría. Pregúntele a cualquiera. No se trata del tamaño de tu vestido, sino del tamaño de tu sonrisa.

-Está nominada al Óscar. ¿Piensa mucho en los premios?

-No. Yo intento vivir plenamente. Cuando trabajo me entrego por completo, mi recompensa es el llanto del público al ver la película. Contagiar al espectador la emoción de Judy es mi premio.

-¿Cómo es su relación con las redes sociales?

-No me gustan. No me motivan. Existen innumerables fuentes de información que considero muy cuestionables. Aprecio su valor como herramientas políticas, pero también sirven para crear estereotipos negativos, para atacar y especular.

-Regresa usted a la pantalla grande tras unos años alejada de los focos.

-Necesitaba algo de tiempo para dedicárselo a mis amigos, a mi familia y a mí misma. Durante este tiempo, he estado estudiando, dedicándome a cultivar otros aspectos del proceso de filmación que no necesariamente implican estar frente a la cámara. Creo que me quemé, fue una década de trabajo incansable, de rodaje en rodaje, y me olvidé de vivir. Puede sonar cursi, pero es exactamente lo que me pasó. De todas formas, ya tenía hambre de actuar. Este personaje ha sido una verdadera bendición porque tenía ganas de volver.

-¿Le incomoda la fama?

-Es parte de mi trabajo; sin embargo, es lo peor de ser actor. Hay muchas maneras de enfrentar esta profesión, soy de la opinión de que tienes que mantener el misterio y no diseccionar tu vida ante la opinión pública. No comparto mi vida en las redes sociales ni estoy interesada en hablar de otra cosa que no sean mis películas.

 


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