La Voz de Galicia

Zahara: «Cuando se supo que iba a ir a 'OT' me llegaron mensajes condescendientes»

Cultura

javier becerra redacción / la voz cantante y profesora de «OT»
ZAHARA, CANTANTE Y PROFESORA DE CULTURA MUSICAL EN OPERACIÓN TRIUNFO, EN LOS ESTUDIOS MANS

La artista andaluza es la encargada de enseñar cultura musical a los participantes del «talent-show»

14 Feb 2020. Actualizado a las 20:24 h.

Es una de las referencias del pop nacional y esta semana ha estado trabajando en A Coruña, dentro de proyecto Residencia de los Estudios Mans, la Fundación Paideia y el programa Hoy empieza todo de Radio 3. «He estado con Luisa Sobral trabajando en una canción nueva. Salió todo perfecto. En dos o tres horas ya la teníamos lista», explica. Además de su trayectoria musical, ha desarrollando una televisiva cuya última parada, la actual, es la de ser profesora de cultura musical en Operación Triunfo.

-No es la de «OT» su única aventura televisiva.

-No, empecé hace años en Movistar+ y hace poco hice en ese canal Canciones que cambiaron el mundo. De ahí salió lo de OT. En realidad, es lo mismo pero en una asignatura de una hora. Tiene que ver mucho. Es hablarles de la historia de la música, de artistas de las grandes canciones Cuando te dedicas a la música está muy bien que busques tu camino, pero también es muy importante que sepas los que tomaron los demás.

-Hay una intervención suya en la academia que se hizo viral. Subrayaba la necesidad de mostrar lo que uno sabe sin agredir al que no lo desconoce. ¿Por qué?

-La verdad es que mucho más bonito así que como yo lo dije, un poco más burdo [risas].

-¿Se ha encontrado muchas veces con ese personaje perdonavidas que lo sabe todo tan típico de los ambientes musicales?

-Sí. Sin ir más lejos, cuando se supo que yo iba a dar esta asignatura e ir a OT me llegaron muchos mensajes condescendientes. Eran de personas que saben mucho y que, a lo largo de sus vidas y nuestros encuentros, me han hecho sentir un poco mal por no saber tanto como ellos. Me mandaban ese tipo de mensajes de que «tienes que enseñar esto y lo otro». Les tuve que decir que iba a hacer lo que me pareciera oportuno, porque me habían elegido a mí, no a ellos.

-¿Esa pelea de gallos es muy masculina?

-La verdad es que todas las personas que me han dado ese tipo de consejos eran hombres. Suele suceder. Pero es algo que va cambiando. Una de las cosas que me planteaba era la exposición ante esas personas, que iban a cuestionar mi papel ahí. Eso no podía afectarme. Mi estilo es ese y lo voy a defender a muerte. También quería aprender. Estoy todo el tiempo escuchando música, viendo documentales y leyendo libros para intentar sintetizar todo eso y contárselo a los chicos. Esta siendo una de las experiencias más geniales de mi vida.

-Guille Milkyway, que fue el primer profesor de cultura musical de «OT», decía que se emocionaba mucho cuando les hablaba a los chicos de The Beatles y veía como lo estaban descubriendo. ¿Le ocurre eso?

-Claro. Hay un libro maravilloso que escribe Geoff Emerick, ingeniero de sonido de The Beatles, que lo cuenta todo de manera increíble. En una de las clases quiero hablarles a los chicos de cómo The Beatles lo inventaron todo y cómo eso nos ha facilitado al resto a grabar de una manera súper sencilla. Al leerlo se me saltaban las lágrimas por la gratitud que tengo musical y técnicamente a esta banda y todo lo que había alrededor. Solo pensaba: «¡Qué ganas tengo de llegar aquí! ¡Van a alucinar!» [risas]. La semana pasada les hablé de Bowie y no lo conocían mucho. Fue flipante, porque empezaron con los disfraces y terminaron con la lagrimita en el ojo cuando les enseñé Blackstar, que era su disco para despedirse de la vida. ¡Eso es lo que pasa!

-¿Cómo se ve «OT» desde la gente que «sabe de música»?

-Sigue existiendo mucho prejuicio. Yo nunca me presenté a un programa de este tipo, porque mi opción ha sido otra. Pero creo que cada cual tiene que buscar su camino. A mí me encanta el caso de Amaia, por ejemplo. Creo que hubiera llegado al mismo sitio sin haber ido al programa. A lo mejor tardaría más, pero iba a llegar. Pero fue y lo usó como un herramienta para conseguir su objetivo. No era petarlo, sino hacer su música a su manera. Y lo logró.


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