Ramón Loureiro: «Si hay algo que valoro por encima de cualquier cosa, es la libertad»
Cultura
El escritor y periodista publica «Las máscaras del fin del mundo»
28 Sep 2023. Actualizado a las 17:56 h.
«No sé si este es mi mejor libro, pero desde luego es el que más me ha costado terminar. Está escrito con mi propia sangre sobre pedazos de mi propia piel». Con esta rotundidad se refiere el escritor y periodista gallego Ramón Loureiro (Fene, 1965 ) a Las máscaras del fin del mundo, la novela con que celebra sus 25 años en la literatura y que el sello Medulia puso el pasado miércoles en las librerías. Lejos queda ya aquel su primer texto literario, un cuento, publicado en la revista Poesía Galicia, y en el que hacía debutar su territorio imaginario: Terra de Escandoi.
Las máscaras del fin del mundo es obra en prosa, aunque él cree que su espíritu es esencialmente poético. Es algo que celebra, porque, «llegados a estas alturas de la vida, la poesía y el afecto ya son casi lo único que importa». Y recuerda aquello que un día le escuchó decir a la escritora Luz Pozo Garza: «La poesía nos acerca al inmenso misterio que nos rodea».
Es más, tan poético es su nuevo libro, afirma, que «no nació para ser un libro: Las máscaras del fin del mundo son un libro que se fue escribiendo a sí mismo». Incluso sus amigos le preguntan si es una novela -«que, por cierto, es lo que les parece a ellos»-, pero él no sabe muy bien qué contestarles. «Tal vez lo sea, aunque tal vez sea también un poco un dietario. Un dietario con algo de ficción, con eso que don Gonzalo Torrente Ballester llamaba interpolaciones mágicas».
No muestra predisposición alguna contra la literatura que sirve para pasar el tiempo, pero, en su caso, opone, «el tiempo ha pasado demasiado rápido». Quizá por ello, añade, de inmediato: «Quiero vivir con los ojos abiertos. Si hay algo que valoro por encima de cualquier otra cosa, es la libertad». Como lector, es, en la misma medida, exigente y se muestra devoto de -«mis grandes devociones de siempre»- autores como Valle-Inclán, Montaigne, Baroja, Melville, Faulkner, Nélida Piñón, Yourcenar, Joyce, Lobo Antunes, Torga, Cunqueiro, Luz Pozo, Pla, Carlos Casares, Vargas LLosa...
Admite que relee sobre todo los títulos que más le conmovieron en su juventud o incluso en su adolescencia. «Son libros que todavía me gustan, más que entonces, si cabe, aunque no ya por las mismas razones», concede.
Relee Loureiro, constantemente, subraya, el Quijote. «Siempre necesito tener un Quijote cerca. Cervantes es para mí un viejo amigo, un amigo -recuerda- que ha caminado a mi lado incluso en los más difíciles momentos de mi vida, y no tener cerca de mí un ejemplar del Quijote siempre me produce un cierto desasosiego».
Sabe que una de las más hermosas maneras de adentrarse en el corazón del mundo es contar historias. Y en esta ha puesto mucho de sí: «He depositado grandes esperanzas en este libro, y sería hipócrita no reconocerlo», concluye el narrador fenés.