Un estudio pionero demuestra que las pinturas de Bóveda no son romanas
Cultura
El origen del templo de Santa Eulalia sería del siglo IV, pero los frescos datan del VII
24 Sep 2021. Actualizado a las 05:00 h.
En el ámbito de la arqueología y la historia antigua en España había expectación por conocer los resultados de un estudio que se estaba realizando, con apoyo de la Fundación Palarq, acerca de la datación del monumento de Santa Eulalia de Bóveda, a 14 kilómetros de Lugo. La información que saliese de las nuevas mediciones podría variar la interpretación que siempre se ha tenido de este templo, uno de los edificios del mundo que más teorías e hipótesis ha generado desde que se descubrió en 1926.
Un equipo interdisciplinar de las universidades de A Coruña y Santiago presentaron este jueves en Lugo los resultados de una investigación para determinar, a través de la combinación de diferentes metodologías arqueológicas, geológicas y geocronológicas, las fases constructivas del monumento. Rebeca Blanco-Rotea, del Grupo Síncrisis de la USC, recordó que Santa Eulalia ha tenido múltiples interpretaciones, y la más extendida es que se trata de un templo pagano de época romana, posteriormente reconvertido al culto cristiano. Pero faltaba un estudio definitivo sobre las fechas de construcción del edificio, fundamental para conocer qué usos pudo tener a lo largo de los siglos.
El equipo formado Blanco, como coordinadora, junto con Jorge Sanjurjo Sánchez (Universidade da Coruña) y David Martín Freire-Lista (Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro y Universidade de Coímbra) analizaron el pasado año el templo usando el método OSL (Luminiscencia Ópticamente Estimulada), que permite llegar al punto original de un mortero, y cuyos resultados, combinados con el análisis del Carbono 14, determinan la fecha exacta de construcción.
Las conclusiones del estudio -que se publicará en revistas científicas y que ha sido enviado a Patrimonio de la Xunta, que está preparando un plan director para el monumento- definen que la fundación del edificio que hoy se puede admirar corresponde a la época romana bajo imperial (segunda mitad del siglo IV), «na liña do xa argumentado por diversos investigadores».
Dominio germánico
Pero la gran novedad sería la datación de las famosas pinturas de la bóveda, que siempre se han atribuido a época romana pero que se habrían realizado en el siglo VII, durante el dominio germánico de Gallaecia. «Convértense, así, na máis destacada mostra da escasa pintura cristiá tardoantiga e altomedieval do noroeste peninsular e pode mesmo ser un precedente da pintura prerrománica mural asturiana», defienden los autores de la investigación.
Además, exponen que hubo una tercera fase de desarrollo altomedieval: «A bóveda da planta superior foi construída entre os séculos X e XI, nun momento de especial desenvolvemento económico e político do Reino de Galicia». Habría una cuarta fase, ya en los siglos XVII y XVIII, cuando se construyó la iglesia encima del templo.
Rebeca Blanco, que forma parte del Consello da Cultura Galega, reconoce que «desde un punto de vista histórico, os resultados deste proxecto de investigación abren novas incógnitas e preguntas ao redor da construción e reconstrución de Bóveda e a súa relación cos poderes e a relixiosidade da primeira Idade Media galega. Nese sentido, obrigan a repensar as orixes do edificio e a súa transformación».
Técnicas pioneras
Para el estudio se recogieron 39 muestras de mortero de diferentes puntos del monumento y de los restos conservados en el Museo Provincial de Lugo de la bóveda central. Las muestras, explican, se dataron en la Universidade da Coruña por OSL, «
que permite coñecer cando o cuarzo que constitúe o árido dun morteiro estivo exposto á luz do sol por última vez, momento no cal se comeza a contar o tempo de fabricación dese morteiro ou tixolo ata a actualidade». Las dataciones de las últimas muestras fueron contrastadas en un laboratorio de Florida con el Carbono 14, «obtendo tamén datacións que constataron a coherencia dos resultados entre os dous tipos de mostras e os dous laboratorios».
Blanco-Rotea -que también trabaja en la actualidad con estos métodos en la datación de la catedral de Santiago- destacó que la metodología científica empleada y el volumen de muestras analizado convierten a Santa Eulalia de Bóveda «nunha referencia internacional pioneira na combinación destas novas técnicas de datación de edificios, sendo ademais a día de hoxe o monumento mellor datado do mundo».