Ángela Pardal: «No pretendía ser un estandarte trans ni nada, sino hablar de mis cosas»
Cultura
La artista de Padrón acaba de lanzar «Alas», un disco en el que rapea sobre su transición de género en un colchón de música electrónica
22 Feb 2022. Actualizado a las 05:00 h.
En Yo nunca, una de las canciones de su minielepé de debut Alas, Ángela Pardal (Padrón, 1985) canta: «Estoy preparada, que empiece el juego / Una mujer saliendo del huevo». Habla de un cambio trascendental en su vida: «Hace referencia a mi transición de género, de cómo llegas a ese punto, desde el pasado y presente», señala.
-¿Concibió este trabajo para hablar de esa transición?
-No era mi intención, pero me puse a componer el disco en un momento en el que coincidió con la transición. Salió natural. Hay canciones que no hablan de eso, que son más de baile y desenfadadas. Pero otras, sí.
-El disco tiene muchas frases que parecen casi eslóganes de autoafirmación. «Nunca fui tan feliz sin estar drogada», canta.
-Lo sentía así en ese momento. Como todo el mundo, algunos problemas los afrontas. Y otros, si no sabes de dónde vienen, los vas tapando de una forma u otra. Unos salen a correr todas las mañanas para olvidar y, en mi caso, sí que en la primera juventud recurrí a las drogas, inconscientemente. Te evadías un rato y funcionaba. Podía ser peor. Hay chavalas y chavales en mi misma situación que se acaban suicidando. En el momento de la transición era tal el desahogo que sentí que solo lo podía comparar a momentos de éxtasis que te dan ciertas sustancias.
-¿ Y la música pop es un buen vehículo para canalizar eso?
-Sí, totalmente. La música siempre ayuda a hablar de esas cosas. No solo hablar, en el sentido de contárselo a alguien, sino hablarte a ti misma. Cuando escribes las canciones te conoces más, te reafirmas y te aceptas más. Luego está lo de contárselo a las otras personas.
-¿Le reconforta? ¿Cómo lo recibió el público?
-Sí, desde luego. Yo misma en momentos bajos recurro a mis canciones de otros momentos y veo que la solución la tengo ahí. Me digo:«Tía, no estás tan mal». Por parte del público el feedback ha sido muy positivo. La gente lo ha recibido muy bien y con naturalidad. Tampoco pretendía convertirme en estandarte trans ni nada, solo hablar de mis cosas.
-Hay una frase demoledora en el disco: «Es mi identidad, no un quiste».
-La transexualidad siempre se ha tratado como una enfermedad y parece que ahora empezamos a entender que no es así. Me parecía importante mencionarlo en las canciones. Hacer un labor, no educativa, pero sí informativa. Hay muy poco y, si arrojo un poco de claridad de paso, mejor.
-Tira de la electrónica y rap. ¿Cuál es su origen musical?
-Fui durante durante toda la primera etapa de Músculo su batería. También estuve con Alex Casanova, el que hoy es Baiuca. Luego empecé mi proyecto en solitario Pandoé. En mi adolescencia rapeaba. Empecé en eso. Me pareció precioso en un momento tan grande de cambio recuperar algo de hace tantos años como el rap y mezclarlo con la electrónica.
-Incluso recurre al reguetón en «X-Confession».
-En los ritmos hay un poco de todo. Al final, si algo he aprendido en estos últimos años es el «hasta luego prejuicios», «hasta luego etiquetas» y «hasta luego barreras». Si en una canción me apetece meter un ritmo reguetón, vamos adelante con ello.
-El género se suele criticar por machista y aquí está usted, una mujer trans haciendo reguetón.
-Claro. Hay cantantes actuales de reguetón o bembow, como puede ser Ptazeta, que es una propuesta súper feminista y del colectivo LGTBI. Es una nueva era. Imagino que sigue habiendo ese reguetón machista de chicas en bikini y chicos en deportivos, pero hay muchos tipos de reguetón. Igual que hay rock machista. No creo que la culpa sea del reguetón como vehículo musical, sino que la gente escoge un estilo de música para contar a veces cosas bonitas y otras feas.
-Este trabajo es un minielepé. ¿Es la avanzadilla de algo?
-Tengo cuatro nuevos singles casi listos para ser publicados. Irán saliendo, uno a uno, en los próximos meses. En cuanto a sonido pueden ser parecidos a lo anterior y por eso los quiero soltar. Después quiero mirar a un elepé, que intuyo que no se va a parecer tanto a lo anterior.
-¿Y la temática trans va a seguir siendo una bandera?
-No, en absoluto. En ese trabajo hay canciones que hablan de ese tema y otras que no, como decía antes. Yo entiendo que el público y los medios se queden con eso, porque es bastante significativo. Sabía que iba a pasar, desde luego. Pero las letras de las nuevas canciones que tengo listas son más universales. Tratan de temas que me interesan como el feminismo, el mansplaining, la depresión… pero no tan personal, sino más universal.