Barcelona pierde fuelle como capital mundial de la telefonía móvil

La pandemia ha cambiado el mundo a nivel social y laboral y sus efectos se han notado también en el Mobile World Congress, la gran cita de la tecnología móvil que mañana arranca en Barcelona. Anulada la edición del 2020 y descafeinada la del 2021, que se celebró en junio, el congreso de este año contará con la mitad de asistentes que antes de la aparición del SARS-CoV-2: entre 50.000 y 60.000, cuando en el 2019 participaron 109.000 personas. Los hoteles ya no tienen el cartel de completo como antes y se reducen también a la mitad los ingresos para la Ciudad Condal y los empleos temporales (de 500 millones y 14.000 puestos de trabajo a 240 millones y 6.700, respectivamente).

Pero además la GSMA, organizadora del evento, ha minado la relevancia de la cita en la ciudad catalana al abrir el Mobile a otra partes del mundo: a lo largo del año se celebran otros tres congresos similares en Shanghai, Las Vegas y África (este año será Kigali, en Ruanda, la que lo acoja). El contrato con Barcelona expira en el 2023 y no está claro que se vaya a renovar, aunque la reciente elección del presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, como nuevo presidente de la GSMA podría ayudar a evitar que otras capitales europeas se lleven el codiciado congreso.

Sea como sea, los pabellones de la Fira de Barcelona contarán con la mayoría de las grandes compañías del sector de las telecomunicaciones, de las que solo se han descolgado Sony y Lenovo (primer fabricante mundial de ordenadores personales), además de Apple, que nunca participa en el Mobile.

Como ya ocurría en los últimos años, los gigantes de la telefonía móvil tampoco esperan a la feria para presentar sus novedades. Samsung desveló sus nuevos smartphones de referencia Galaxy S22 a principios de este mes y Oppo hizo lo mismo esta semana con los Find X5/X5 Pro. Realme, perteneciente como la anterior al conglomerado chino BBK, propietario también de Vivo y OnePlus, anunciará el lanzamiento del GT 2 Pro, un terminal que llega para hacer frente a los buques insignia de Samsung y Apple; presentado ya en China, puede ser el primer móvil que admita carga rápida a 125 W.

Xiaomi, que en el cuarto trimestre del 2021 arrebató a Samsung el primer puesto en el ránking mundial de vendedores de móviles (una lista que fluctúa dependiendo de las novedades de cada marca), mostrará los nuevos modelos de su gama low cost POCO. Y Honor, que ha tomado el relevo de Huawei tras independizarse de esta última para esquivar el bloqueo de la Administración norteamericana, presentará la serie Magic 4, con la que busca seguir escalando posiciones entre los mayores fabricantes.

Al margen de los dispositivos móviles, en el congreso de Barcelona volverán a tener mucho protagonismo Google y su sistema operativo Android; y Meta, la antigua Facebook, con su proyecto del metaverso en boca de todo el mundo. La idea de un universo virtual lanzada por Mark Zuckerberg, en el que haríamos gran parte de las cosas que ahora desarrollamos en la vida real, ha sido comprada por todas las empresas del sector, ávidas de nuevos paradigmas que permitan avanzar a una industria que en los últimos años ha impulsado y estandarizado tecnologías como el 5G o la computación en la nube. Otro foco de atención serán las criptomonedas, que pese a su volatilidad tienen gran atractivo como inversión.

La crisis de los microchips atraerá las miradas hacia los expositores de Qualcomm, Intel y MediaTek, entre otros. Y también tendrá una fuerte presencia el sector del automóvil, en el que cada vez cobran más importancia los sistemas de conectividad e infoentretenimiento. Precisamente, el eslogan de la edición de este año del MWC es «Conectividad desatada».

Galicia participa en el Mobile World Congress con empresas como Tecalis, líder en soluciones de firma electrónica, y la insurtech (seguros digitales) Insurama, que han sido incluidas en el Pabellón de España. Además estarán presentes firmas como la porriñesa Qobis, especialista en tecnología WebRTC y que no duda en comparar «Galifornia» con el Silicon Valley de la costa del Pacífico estadounidense: «Ambas regiones tienen muchas playas para surfear, una clima muy agradable, buena comida y mejor vino, y mucha gente talentosa trabajando en la tecnología».