El «Diccionario panhispánico de dudas» dice que lo ideal es que «solo» se escriba sin tilde
Cultura
El director del diccionario, Salvador Gutiérrez Ordóñez, zanja una polémica que calificó de inútil
29 Mar 2023. Actualizado a las 05:00 h.
El nuevo Diccionario Panhispánico de Dudas zanja la «inútil» polémica sobre la tilde de solo. La manera de acertar es no acentuarlo nunca, aunque podrá hacerlo quien crea que hay ambigüedad. Así lo recoge la redacción de la norma en la segunda edición de este diccionario no normativo que dirige Salvador Guitiérrez Ordóñez y que se presentó este martes en el noveno Congreso Internacional de la Lengua que se celebra en Cádiz. Hará posible usar términos como jol, jáquer, y wiski.
Además de estas formulaciones, en su versión digital se recoge la redacción definitiva de la norma de la tilde en una polémica que se desmadró. «No hay cambio de redacción. Queda como el espíritu del 2010, pero un poquito más claro. Lo ideal es que nadie lo escriba con tilde», subrayó Gutiérrez. «La redacción quedaba entonces un poquitín oscura, porque hacía referencia al anterior, a la de 1999, que era oscura. Ahora la redacción es mucho más taxativa y clara».
Gutiérrez Ordóñez dirige el departamento de Español al Día desde el 2008 y fue señalado por Arturo Pérez-Reverte en plena polémica por la tilde de solo, que criticó las explicaciones ofrecidas en Twitter. «¿'No se añade nada nuevo'? ¿'Lo tendrá que justificar'? Lamento decir que RAE, dirigida por un académico anti-tildista, está dando información sesgada e inexacta», aseguró el creador del Capitán Alatriste.
Para Gutiérrez ha sido una polémica sin sentido y casi «inútil» «Es una cosa mínima. Imagine que estamos hablando de la pandemia o de de un cáncer de páncreas y dices que te duele una uña», razona muy gráficamente.
«Cuando se fundó la Academia solo se escribía sin tilde, y se escribió ciento y pico años sin tilde. Fue hacia 1880 cuando la Academia dijo que por costumbre, sin que fuera normativo, se acentuara, y eso pasó a la enseñanza, y la enseñanza fue la causa de que todos aprendiéramos unas normas y luego cuesta cambiarlas. Pero en el año 59 la Academia había reflexionado y propone ya que no se acentúe» explica el académico.
«Antes se acentuaban unos monosílabos, como vio, dio, fue, fui y la Academia dictaminó que había que quitar esa tilde». «La Academia debe hacer normas que sean coherentes. Si por un lado dice que los monosílabos no se acentúan y por otro lado dice que la tilde diacrítica sirve para distinguir palabras tónicas de palabras átonas. El solo no tiene sentido porque son las dos palabras tónicas», precisa.
«Cuando fuimos a la escuela nos enseñaron que la tilde servía para marcar la intensidad de una sílaba o de una palabra y si para diferenciarla de otra o de otras palabras pero no diferenciar sentido» «Las tildes no son para desambiguar. Si fuera así tendríamos que sembrarlas por todos los sitios», ironizó .
La polémica sigue, con todo, viva y ha hecho «cambiar de bando» a defensores de tildar siempre esta voz, como la escritora María Dueñas que participa en este Congreso de la Lengua de Cádiz. «Yo era de las que ponía la tilde, pero creo que voy a cambiar de opinión y seré 'sintildista'», dice. «Pecamos demasiado de purismo en muchas ocasiones: cuando salió esto, tenía el corazón partido, pero me quedo con la última propuesta de la Academia», asegura la filóloga y autora de El tiempo entre costuras.
El Diccionario Panhispánico de Dudas es distinto de un diccionario de lengua. Responde a las preguntas que nos plantean los hablantes. Que tienen muchas dudas. Se hacen más de quinientas preguntas diarias en el Español al Día y el diccionario se adelanta.
«Es importante mantener unas reglas de juego para la unidad del idioma. Lo del acento es un poco chistoso y tiene que ver quizá con la personalidad y el carácter de algunas personas, pero haríamos mal en renunciar a ese interés de decidir normas conjuntas», apuntó días atrás Luis García Montero director del Instituto Cervantes.