La Voz de Galicia

Andrés Suárez: «Lo apuesto todo al rojo, si antes ya era intenso ahora soy insoportable»

Cultura

javier becerra redacción / la voz músico
El cantante Andrés Suárez (Ferrol, 1983), en una imagen promocional.

El artista gallego presenta el próximo jueves en Ourense su nuevo disco, un canto a la vida tras la pandemia

04 May 2023. Actualizado a las 21:27 h.

Viene Andrés Suárez con energía renovada. Viaje de ida y vuelta, el disco que acaba de editar, es seguramente la apuesta más luminosa y pop de su carrera. «Pop es una palabra que me encanta. Yo crecí con la canción de autor, pero he escuchado de todo. Lo importante es que sigo siendo yo», explica. La semana que viene lo presenta en directo en Ourense (jueves 20, Auditorio Municipal). Luego, vendrán más citas en Galicia: Santiago (5 y 6 de mayo, Capitol), Vigo (20 de mayo, Teatro Afundación) y Ferrol (10 de junio, Auditorio de Ferrol). Promete fiesta en las butacas: «Esta semana en Torrelodones vi a la gente en un teatro, pero de pie, saltando y que bajó a la boca del escenario. Yo tenía ganas de vida, pero a lo mejor esa gente también», dice.

—¿Va a ser más adecuado verlo de pie que sentado?

—En estos momentos me apetece así. Desde marzo del 2020 ya no hago planes. Voy paso a paso, pensando en lo que me apetece. De repente, me descuelgo la guitarra y aparezco entre el público cantando. Digo esto pensando en el Andrés consumidor de música. Ahora mismo no me apetece hablar de muerte. Entiendo que hay gente que se quedó ahí y está mal. Ves a la gente en los bares consumir de más, en el coche cabreada... Yo quiero otra cosa.

—Este disco es una reacción al contagio de covid-19 que sufrió en diciembre del 2020. ¿Es cierto que rompió con todo y empezó a componer de nuevo?

—Si yo hablo contigo es porque eres un superviviente. Y yo otro. Los que vinieron a verme este semana en directo también son supervivientes. Compañeras de oficio de mi madre, en el hospital Marcide de Ferrol, no. Y sanitarios, de los cuales mucha gente no se acuerda, ya no están aquí. ¿Tiene que ver algo con diciembre del 2020? Pues claro. ¡Lo tiene que ver todo! Yo salí de ahí y decidí verle el lado bueno. Lo de viaje de ida y vuelta es por eso. Yo volví a la vida. Lo apuesto todo al rojo. Si ya era intenso antes, imagínate ahora. Ahora soy insoportable.

—¿Estuvo tan mal como para marcarle tanto?

—No me gusta mucho hablar de eso, por respeto a los que estuvieron muy mal. Hay gente que no lo cuenta y hay gente que salió, pero lo hizo a medias. Yo pude salir. Soy una persona que padece asma, que respiro regular y me tocó el bicho. Pero es algo que hay que tomar muy en serio, porque creo que aún estamos ahí. Ha sido tan heavy lo que vivimos que pienso que las secuelas nos van a durar muchísimo.

—Aunque quiera mirar hacia adelante, la canción más conmovedora es «Pienso en ti», que recuerda toda aquella pesadilla.

—Fue de las más aplaudidas este semana. Hay temas llenos de vida, pero sí que hay una canción en la que concentro todo mi dolor. No es derrotista, pero sí que tiene una carga de tristeza que es esa en la que pienso que no habrá más canciones de Aute.

—«Ayer que cumplí 37 sin nada que darme / Sin nuevas canciones de Aute». Ese verso es tremendo.

—Es que todos morimos un poco pensando en eso. De repente lo citas, alguien abre los ojos y dice: «¡Ostrás, Aute, que se murió!». Han pasado tantas cosas desde entonces....

—¿Qué significó Aute para usted?

—Tocaba en el metro cuando lo conocí. Me dio consejos, me echó una mano y me invitó a abrir conciertos suyos. Cuando te van las cosas bien te salen un mogollón de primos y amigos íntimos de la noche compostelana. Pero cuando no tienes dinero para el hostal no ocurre lo mismo. Y yo me acuerdo de esa gente. Aute me ayudó mucho en una etapa muy nocturna, bohemia de más, con excesos y Libertad 8. Eso jamás lo olvidaré. Coincidimos en México viajando. Y esos consejos gratuitos, ese modo de arroparme y defenderme no lo olvidaré jamás. Para mí su muerte fue como tocar fondo. Me llamaron, me lo dijeron, lloré cuatro horas y me puse a escribir.

—Ha mencionado mucho lo de ser un hijo de sanitaria. Su madre sale junto a su padre en «Teresa y Andrés» . ¿Qué les ha parecido?

—¡Me echaron una bronca tremenda! Siempre me defendieron y ayudaron. Nunca me dijeron: «Córtate el pelo y busca un trabajo». Pero son tan elegantes y humildes, que quieren estar atrás de todo. Van a ir al concierto, pero quieren pasar desapercibidos y no quieren ser citados. No les gusta figurar. Lo que yo hice fue sacar la canción y no decirles nada. El disco salió a las doce. A las doce y uno me estaba llamando mi madre diciendo: «¿Qué demonios has liado?». Pero pasa que tengo mucha suerte, tengo a mis padres vivos. Son dos personas buenas, las mejores que he conocido en mi vida. Tengo la oportunidad de decirles a la cara eso: que los quiero con locura y que me han inculcado unos valores con los que hoy me puedo defender. Entonces se lo digo y me quedo a gusto.

La historia de «Valientes», el tema que habla del párkinson

El nuevo disco de Andrés Suárez se abre con Valientes, una canción que ha trascendido a lo musical. «Está basada en hechos demasiado reales. Es la historia de una chica con dos hijos y paciente de párkinson», explica el ferrolano que recuerda su origen. Ocurrió en un concierto en Salamanca. «Al terminar veo a alguien que no se puede levantar —recuerda—. Me dicen que hay dos personas en la fila 2 que no se quieren levantar, muy maleducadas y que están montando un pollo. Y yo me quedé pensando que era algo raro, porque mi público no es así para nada».

Al día siguiente Andrés firmaba libros en una librería de la misma ciudad. «Vi a una persona sentada en una silla y su marido haciéndole un masaje en las pierdas de rodillas», relata. Se acercó allí para hablar con ellos. Y recibió una bofetada de realidad: «La chica me dijo que era una de las dos que supuestamente no se quería levantar, que estaba con su hermana en el concierto. Mi mente ahí se bloquea. Estallo. ¿Cómo puede ser que una persona de esa edad tenga párkinson? Porque yo no sabía nada. No tenía ni idea. Pensaba que era un temblor físico que le ocurría a la gente muy mayor. Empecé a investigar y averiguar, y me doy cuenta de lo silente que pasa ante nosotros eso».

Con esa idea escribió la canción «para ella y a todos los valientes que cuidan a los enfermos», detalla Suárez que se sacude la vergüenza de encima: «Eso no es raro, lo raro es que pasamos por el mundo sin fijarnos en ellos. Me contaba que había gente que le decía que cómo iba a buscar a los hijos al colegio en estado de ebriedad, cuando lo que tiene es párkinson. Hay una falta de reconocimiento en todo esto».


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