La Voz de Galicia

Las orquestas lucen su legado en una exposición en el Gaiás

Cultura

emma araújo santiago / la voz

«Botamos un baile?» muestra el papel de las verbenas como tejedoras de la historia más íntima y social de Galicia

09 Nov 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es el país de las cinco mil verbenas que cada año se condensan en sesenta días del calendario. Por sí solas, ambas cifras justifican que un fenómeno tan propio tenga un espacio en la Cidade da Cultura —concretamente en la Biblioteca de Galicia— con la exposición «Botamos un baile?», que constata con documentos y cartelería lo que representan las orquestas en la historia íntima y social de Galicia.

«Estades de coña?», reconoció Román Rodríguez, conselleiro de Cultura, cuando meses atrás le llegó la primera información de este proyecto. «Enseguida mudei de opinión», reconoció el conselleiro durante su discurso de inauguración de la muestra, la última del año este espacio del Gaiás. Que su cambio de criterio tenía toda la lógica queda claro ya al detenerse en el primer panel informativo de la muestra, que resume la simbiosis del alma gallega con la música y la fiesta. Y también con la forma de entender el ocio en las parroquias.

La idea de la exposición correspondió a Elena Díaz del Río, que trabajó con el equipo de becarios de la Biblioteca de Galicia para materializar esta muestra, comisariada por Zósimo López y Henrique Neira, participantes del único estudio científico sobre el sector de la verbena, Do palco ao escenario, coordinado por Xaime Fandiño (USC).

El estudio cronológico arranca en 1919 —con el nacimiento de la que se considera primera orquesta gallega moderna, la Orquesta Compostela—, y llega hasta 1938, con el parón obligado por la guerra. Entre 1939 y 1949 vuelven las verbenas, y en sus libros de fiesta se cuelan algunos textos en gallego. El gran cambio se da en el período 1960-1974, con la propia cartelería de las orquestas, la edad de oro de sus vocalistas, la incorporación de sonidos más modernos y la llegada de la canción protesta —que evoluciona entre 1975 y 1984, con el período de apertura y el éxito de las discotecas y espacios cubiertos para actuar más allá del verano—.

La apertura de la Televisión de Galicia y, finalmente, la llegada del programa Luar, como escaparate de todo lo que sonaba en las verbenas, tienen espacio expositivo propio en el período entre 1985 y 1992. Le sigue la etapa del primer Xacobeo, en 1993, que se extiende hasta 1998, un tiempo en el que el público se decanta por los grandes conciertos. La muestra también analiza cómo entre 1999 y 2011 la verbena evolucionó hacia los grandes espectáculos visuales, atrayendo con ello al público más joven, ese que en la infancia conoció la música en vivo en la fiesta de su parroquia.

El período 2012-2019 está determinado por la reivindicación que las propias orquestas hacen de su trabajo a partir del estudio de la USC del 2012. El que cifra en cuatro mil personas, 300 orquestas y 30 millones de euros el peso económico de este sector, que en el 2019 reclamó el reconocimiento BIC (Ben de Interese Cultural) para las fiestas parroquiales de Galicia. La pandemia mostró el verdadero peso económico del sector, que ha superado el bache con energías renovadas.


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