Abraham Boba (León Benavente): «Somos una rara avis, nadie monta un grupo a los 40 y funciona rápidamente»

Cultura

Javier becerra Redacción / la voz cantante de león Benavente

Hace diez años que el grupo comandado por el gallego David Cobas (Vigo, 1975), que artísticamente responde al nombre de Abraham Boba, sacó su disco de debut. Titulado igual que la banda, León Benavente, se convirtió en una inesperada sorpresa en el rock independiente nacional que ha ido creciendo con los años. Celebrando ahora una década de aquello, han decidido hacer diez conciertos tocando el disco al completo. Uno de ellos tendrá lugar en Santiago (22 de octubre, Sala Malatesta).

—León Benavente surgió como algo extraño: un grupo paralelo de gente con otros proyectos y un ejemplo de triunfo a los 40.

—[Risas] Sí que somos una rara avis en la escena de la música independiente española. Normalmente, nadie monta un grupo a los 40 años y este funciona rápidamente. Llevábamos antes de esto 20 años dedicándonos a la música con otros proyectos y también como banda de Nacho Vegas, que fue cuando nos conocimos. Esta banda nació con cierta urgencia. Cuando vimos que llenaba nuestro espacio decidimos dejar los otros proyectos.

—¿Fue el boca a boca generado por el directo la gran baza?

—Sí, creo que los cuatro pensamos eso. Eso continúa. Disfrutamos mucho en el escenario, que es nuestro hábitat natural. Pero la materia prima del espectáculo tiene que ser algo que comunique y que te creas. Desde el principio le dimos mucha importancia.

—Dentro del «indie» de festival más estandarizado León Benavente aparecía como el cuerpo extraño. ¿Eso jugó a favor?

—Imagino que sí. Hoy hay tantos proyectos musicales que el todo es inabarcable y ese estilo indie, si es que ha existido alguna vez, se ha diluido. Supongo que ese carácter nuestro, que fue a nosotros a los primeros que nos sorprendió, hizo que saliese una batidora de estilos y una propuesta escénica con una personalidad propia. Y creo que eso hizo que mucha gente se enganchara.

—Dentro de esa propuesta escénica apareció usted como un «front-man». ¿Había algo dentro que pedía explotar?

—Yo creo que sí, que estaba dentro. Recuerdo mi primer grupo de juventud, que tuve hace 20 años, donde había ya muchas de esas cosas. Cuando cantas tus canciones hay una banda que te arropa y puedes comunicar otras cosas. No es que me haya hecho un personaje, ni que sea algo impostando. La energía de la música de León Benavente hace un poco de trampolín a ese salto de emociones.

—En ese primer disco aparecen temas como «Ser brigada» o «Ánimo valiente», que son ya clásicos del grupo y del «indie-rock» español.

—Ser brigada creo que es una canción que hemos tocado en todos los conciertos. Durante muchos años fue una canción que sirvió para cerrar los concierto. Cuando la movimos hacia otro lugar dijimos: «¡Por fin! No vamos a ser el típico grupo que vamos a terminar siempre con la misma canción». Es un tema imprescindible y Ánimo valiente, también, aunque llevábamos bastante tiempo sin tocarla y ahora la recuperamos. Cuando hicimos el disco teníamos como premisa hacer temas que perdurasen en el tiempo y no quedasen obsoletas. Creo que no nos hemos equivocado.

—En «Nuestro aniversario» dicen que todo nació en un concierto de El Columpio Asesino, otro grupo oscuro y con garra. ¿Estaba su camino marcado?

—El Columpio Asesino son grandes compañeros y amigos. Hemos hecho muchas cosas juntos durante estos años. Y sí, es una anécdota real. Vivía en Madrid y fuimos a un concierto de fin de gira con ellos. Veníamos de terminar una gira con Nacho Vegas y teníamos nuestros proyectos individuales en barbecho. Recuerdo decirle a Luis: «Vamos a hacer un grupo porque hay cosas que me gustaría hacer y nos las estamos perdiendo». Ahí surgió la chispa. Y, obviamente, El Columpio Asesino, como muchas otras bandas nacionales, fueron una influencia importante, especialmente en el primer disco. De alguna manera, si lo escuchas ahora, ves que había un resumen de muchas de las cosas que se había hecho en nuestro país las dos o tres últimas décadas

—¿Es León Benavente el grupo que triunfó sin pretenderlo?

—Totalmente. Todo el mundo que hace música lo hace por una necesidad propia, pero en segundo lugar quieres llegar a la gente, cuando más mejor. Sino te quedarías con las canciones en tu habitación. El éxito y el triunfo en estos tiempos en los que vivimos son palabras un poco tramposas. Después de diez años ves que hay cosas que suben muy rápido y otras bajan. En una postura como la nuestra, donde hacemos lo que queremos y nadie nos dice que hay que hacer lo difícil es mantenerse.