El Málaga vapulea y humilla a un Barcelona desaparecido
Deportes
03 Dec 2003. Actualizado a las 06:00 h.
El Málaga no tuvo piedad de un lamentable Barcelona que encadenó su segunda derrota como visitante de la Liga (5-1). Los azulgrana protagonizaron un tristísimo partido siendo superados en todas las facetas del juego desde el primer minuto hasta el pitido final. El inicio del Barça fue desolador. En dos acciones, el Málaga cavó la fosa de los azulgrana, que cayeron sin paliativos. Los azulgrana rayaron la nulidad durante un cuarto de hora que determinó el resto del encuentro. Cuando el Barça aún estaba intentando asentarse en el pésimo césped de la Rosaleda, su desorden resultó trascendental. Los malacitanos aprovecharon el garrafal error de concentración azulgrana para hilvanar un contraataque perfecto iniciado por Josemi y culminado con un pase de Duda. El Barça tampoco asumió el golpe. El Málaga aprovechó la indecisión de su rival para aumentar la distancia con la misma pareja del primer gol. Duda se interna por la banda y su centro lo aprovecha otra vez Salva. La clara desventaja no trastocó los ánimos azulgrana. Los jugadores de Rijkaard seguían perdidos en la nada mientras más de uno lamentaba la ausencia de Puyol. El público de La Rosaleda tuvo que esperar hasta el filo del descanso para ver una ocasión visitante tras una falta botada de Xavi que Calatayud desvió. El Málaga iba creciendo ante el jolgorio de su público. Miguel Ángel controlaba el centro del campo y Duda ponía las notas de calidad como en una falta que puso contra las cuerdas a Valdés. Sin hacer caso de la amplia diferencia, el Barça colaboró nuevamente con su rival. La fiesta iba creciendo. Salva, tras un error de Gabri, y Diego Alonso, en su primera acción tras sustituir al trigoleador, aumentaron la ventaja. Mientras el Barça soñaba con acabar su suplicio, Fernando Sanz colaboró con los azulgrana marcándose un gol en propia puerta. El tanto del honor no amedrentó a los de Juande Ramos que consumaron la manita con un tanto de Canabal. Un sonrojante marcador que deja a Rijkaard en una delicada situación teniendo en cuenta que el Madrid visita el Camp Nou el próximo sábado.