La Voz de Galicia

Aragoneses se agarra al fútbol para luchar contra el cáncer

Deportes

Pedro J. Barreiros redacción

Sólo 21 días después de que el Hércules anunciase su despedida de la temporada para tratarse con quimioterapia un tumor testicular, el guardameta gallego acudió a entrenarse junto a sus compañeros

11 Feb 2007. Actualizado a las 06:00 h.

Dicen que los porteros están hechos de otra pasta. La que moldea al gallego Sergio Aragoneses parece engendrada a prueba de bombas. Tres semanas pasaron desde que el Hércules anunció que su portero abandonaba temporalmente el equipo para someterse a quimioterapia. En uno de sus controles rutinarios se había detectado una recidiva del tumor testicular del que había sido operado en septiembre del 2005. Ni entonces la intervención minó la moral del guardameta, que regresó a los terrenos de juego sólo tres meses después, ni ahora el más agresivo de los tratamientos parece capaz de alejarlo de su gran pasión: el balón. Esta semana, con la sonrisa en los labios y el cabello muy corto, Aragoneses, quien desde su baja ha declinado atender a la prensa, se vistió de corto y se entrenó en el gimnasio. Incluso saltó al césped a trotar. Según el médico del equipo alicantino, Carlos Ortí, después de tres semanas de quimioterapia el guardameta ya empieza a sentir sus primeros efectos secundarios: pérdida de masa muscular, caída del pelo y «ha adelgazado tres kilos», agrega. Parece quedar muy lejos la agitada vida del futbolista fuera de los terrenos de juego, trufada de desplantes a entrenadores, apertura de expedientes disciplinarios y algún escándalo nocturno. Hasta en Alicante ya se confía en su próximo regreso. «El primer día ha desarrollado un trabajo de mantenimiento para intentar no perder el tono físico; cuando no haga quimioterapia es positivo que trabaje con sus compañeros», añadió el galeno. «Lo que ha hecho nos permite augurar una buena recuperación; es muy fuerte y su carácter le está ayudando a superarlo», afirma. Valentía Ortí reconoce que, como mínimo, al jugador aún le queda un mes de duras visitas al hospital. «Mantiene una actitud muy valiente y colaboradora para afrontar su problema, y verle con esa buena cara nos ayuda a todos a seguir adelante». La intención de Aragoneses y de su club es que el futbolista siga ejercitándose cuando lo crea oportuno. «Las semanas que no tiene terapia puede trabajar con nosotros y mantener el tono muscular. En definitiva, los días que no vaya al hospital, que esté con nosotros para mantener la forma», insiste el preparador físico del club, Javier Vidal. En su opinión, «lo importante es que se sienta bien en el trabajo. Realizará ejercicios no muy fuertes, pero es bueno que sude y se olvide de la situación». Aunque el propio Vidal reconoce que el gallego tiene la moral por las nubes. «Lo más impresionante es su estado de ánimo, ha estado en todas las sesiones con una sonrisa», apunta. Apoyo No era la primera ocasión en que Aragoneses se acercaba al estadio. Ya acudió en el último partido, cuando el Hércules se enfrentó al Real Madrid B y se pudo ver al gallego en el túnel de vestuarios. Cuentan que coincidió con Codina, el portero del filial madridista y ex compañero suyo en las categorías inferiores de la selección, y ambos se saludaron efusivamente. La presencia en el vestuario de Sergio Aragoneses también llena de alegría a la plantilla alicantina. Su capitán, Sergio Fernández, resalta el pundonor del meta: «Está hecho de otra pasta. Sólo el hecho de que esté aquí al lado nos transmite serenidad». Urbano, otro de sus compañeros, asegura: «Es tremendo, crees que vas a tener que ir a animarle y es él quien nos da moral y nos dice que espabilemos y ganemos en Canarias». El Hércules sólo pudo empatar ayer (1-1) con el Vecindario, pero el punto tuvo dedicatoria. Para Aragoneses.


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