La Voz de Galicia

La plantilla del Levante dice que su paciencia con las deudas del club «ha llegado al límite»

Deportes

Agencias

12 Feb 2008. Actualizado a las 02:00 h.

El Levante es un volcán en erupción. Los jugadores del primero y del segundo equipo siguen haciendo públicas sus quejas por la mala situación económica del club que había propiciado que los propios futbolistas se enfrentaran a embargos de viviendas y cuentas en números rojos. Álex Geijo, ariete del cuadro valenciano, aseguró ayer que la paciencia del plantel «ha llegado al límite» y que esperan soluciones concretas. «Sería complicado volver a hablar sobre plazos de tres o cuatro semanas», señaló.

Según explicó el delantero hispano-suizo del Levante, hay jugadores en la plantilla, especialmente los que ya estaban en el club la temporada pasada, «que lo están pasando muy mal», por lo que insistió en que la entidad levantina debe zanjar este asunto en esta semana porque cree, al igual que sus compañeros, que la situación es insostenible. Anteriormente, el plantel había amenazado con tomar medidas de fuerza si no recibía las cantidades que el club les debe, lo que consideran «legítimamente suyo».

«Evidente mala gestión»

En un comunicado hecho público por los jugadores, se atribuye la crisis a «una evidente mala gestión» que ha llevado al equipo «al coma».

Los peñistas del equipo valenciano también mostraron ayer su malestar por la crisis económica que atraviesa la entidad. Miguel Naranjo, vicepresidente de la Delegación de Peñas del Levante, indicó que «la afición no se fía de Pedro Villarroel (máximo accionista del club), ni de que realmente haya desaparecido su mano en el consejo de administración. Es cierto que nos llevó a Primera División, pero el club es un desastre», prosiguió. Naranjo encabezó una reunión celebrada entre los miembros de su asociación y el Ayuntamiento de Valencia. «En el gobierno municipal nos han dicho que no pueden regalar el dinero al equipo, que necesitan garantías de que no va a suceder lo mismo dentro de unos años. Si volviese a pasar algo parecido, el Levante estaría abocado a la desaparición», explicó Naranjo.

Además, añadió que en el Ayuntamiento se desconoce el destino de los 4 millones de euros con los que avaló al Levante a finales del año pasado. «No saben en qué se han gastado, ya que debían servir para solucionar muchas deudas y apenas han durado quince días. No decimos que se hayan malgastado, solo que se han de justificar», añadió.

Miguel Naranjo pidió, en nombre del resto de peñistas, que el club «deje de hacer el ridículo y empiece a actuar con coherencia» para superar la debacle económica.

En cuanto a la posición del Ayuntamiento, anteriormente la alcaldesa, Rita Barberá, había exigido al Levante conocer la situación financiera real del club para disponer de toda la información antes de adoptar posibles medidas. «Quiero cifras para saber realmente de lo que estamos hablando», indicó Barberá.


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