La llama olímpica ya está en Pekín
Deportes
Llegó al aeropuerto de la capital china en medio de grandes medidas de seguridad.
31 Mar 2008. Actualizado a las 10:26 h.
La llama para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 llegó hoy a la plaza de Tiananmen, donde fue recibida por los principales líderes del Gobierno chino y miles de personas, entre fuertes medidas de seguridad.
Tres jóvenes portadores llegaron con el fuego sagrado de Olimpia al centro de la plaza, donde se había preparado una reproducción del altar sagrado del Templo del Cielo, en el que los emperadores hacían en la antigüedad ofrendas a los dioses.
Más de 4.000 artistas entre bailarines, equilibristas y luchadores de kung fu participaron en la fiesta, celebrada en una plaza de Tiananmen cerrada a cal y canto desde la noche de ayer, domingo, y adornada con banderas chinas y olímpicas, además de globos con los lemas olímpicos.
El presidente chino, Hu Jintao, el vicepresidente Xi Jinping, el presidente del Comité Organizador (Liu Qi) y el alcalde de Pekín, Guo Jinlong, figuraban entre los invitados destacados de la ceremonia, a la que asistieron también 600 periodistas de todo el mundo y 1.500 personalidades diplomáticas y de otros sectores sociales.
Tras sonar el himno chino y el olímpico, Liu pronunció un discurso en el que señaló que «el Comité Organizador continuará trabajando en pos de albergar unos JJOO de alto nivel».
Más tarde, el presidente del Comité de Coordinación del COI para los Juegos de Pekín, Hein Verbruggen, destacó la importancia y simbolismo de la llama olímpica, «que no sólo anuncia la llegada de los Juegos, sino que también extiende un mensaje de paz al mundo».
También intervino el vicepresidente Xi, en uno de sus primeros discursos públicos tras su nombramiento hace dos semanas, destacando que China «mostrará al mundo el compromiso de su gente en dar la bienvenida a los JJOO y participar en ellos».
«Esperamos que la gente trabaje con nosotros para compartir la pasión olímpica y un futuro armonioso y mejor», añadió el vicepresidente, uno de los principales candidatos a ser el máximo líder del país dentro de unos años, cuando se retire Hu Jintao.
La ceremonia se celebró en un Pekín con el cielo azul, gracias a que el pasado fin de semana las autoridades municipales provocaron lluvia artificial con el fin de despejar los cielos encapotados, acción muy frecuente en grandes ceremonias al aire libre en la capital china.
Las medidas de seguridad en Tiananmen fueron extremas, hasta el punto de que los detalles de la ceremonia y los periodistas extranjeros que podrían acudir a ella no se conocieron hasta ayer, domingo.