La Voz de Galicia

Julio Álvarez abre la goleada del Mallorca al Sporting

Deportes

Patricio Lagomarsino

08 Mar 2010. Actualizado a las 02:00 h.

El Mallorca se ha tomado cumplida venganza de la goleada (4-1) de la primera vuelta en El Molinón al derrotar 3-0 al Sporting de Gijón en el Ono Estadi, victoria con la que consolida sus opciones europeas y seguir la estela del Sevilla, con el que empata a 43 puntos.

El triunfo del Mallorca se gestó tras una gran actuación de todos sus jugadores que empezó a plasmar en el resultado el gallego Julio Álvarez con un centro chut que superó a Juan Pablo. El Mallorca marcó dos minutos antes de que el Ono Estadi irrumpiera en una cerrada ovación a su equipo por las catorce temporadas consecutivas en Primera División, en un acuerdo alcanzado esta semana por los aficionados a través de internet. En ese momento, la felicidad era completa en las gradas y coincidió con los peores momentos de Sporting.

Los visitantes, que habían comenzado bien el partido, con orden y personalidad, se desdibujaron y quedaron a merced de un conjunto balear que se estaba gustando, como lo demostró la gran jugada iniciada por Víctor Casadesús que finalizó el Chori Castro con un remate que repelió como pudo el meta.

El Mallorca dominaba y creaba ocasiones, mientras que el Sporting aguantaba el chaparrón como podía. Al conjunto asturiano se le veía falto de chispa y sin pólvora arriba, con un Kike Mateo perdido, sin apoyos, y un centro del campo que perdía demasiados balones.

Es probable que las ausencias de Diego Castro, Alberto Lora y Milan Smiljanic estuvieran pesando demasiado en las filas visitantes. La segunda parte comenzó como la primera, con un Mallorca lanzado -Víctor estrelló un remate en el palo (min 49)- y un Sporting con graves dificultades en la circulación del balón y muchos fallos en los pases.

Gol de la sentencia

El Chori Castro tuvo el 2-0 en sus botas, pero falló con Juan Pablo ya vencido. El gol de la sentencia llegó tras un grueso error de la zaga sportinguista que culminó Víctor Casadesús. Poco antes, Manolo Preciado había dado entrada a Bilic y Maldonado por Kike Mateo y Barral, con el objetivo de reforzar su ataque.

El Sporting peleó hasta el final, pero ya el Mallorca tenía el partido totalmente controlado, hasta tal punto que los aficionados se divirtieron en los minutos finales haciendo la ola en las gradas y dedicando gritos de olé a cada acción de los suyos.


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