La Voz de Galicia

Ruiz de Lopera utilizó el Betis para «su lucro personal e ilegítimo»

Deportes

La jueza Mercedes Aldaya le imputa haberse apropiado de un paquete de acciones sin pagar

20 Jul 2010. Actualizado a las 02:00 h.

«Sin mí, el caos», sostenía Manuel Ruiz de Lopera. Alardeaba de haber salvado al Real Betis de su desaparición, pero casi dos decenios después de su desembarco en el histórico club sevillano, el empecinamiento de varios grupos de accionistas minoritarios han acabado por descubrir una realidad cuyo primer capítulo escribió la pasada semana la jueza Mercedes Alaya, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, en un demoledor auto que pone al descubierto las oscuras maniobras de Lopera. El auto cesa al ex presidente en su funciones en el consejo de administración del club, le interviene las acciones a nombre de Farusa (empresa a través de la que Lopera controlaba el Betis), anula la venta de la entidad al grupo Bitton Sport y le impone una fianza de 25 millones de euros. ¿El motivo? Delito societario continuado. Y parece solo el principio, ya que los querellantes, a los que la jueza libera del depósito de una fianza («de lo contrario solo se protegería a las víctimas que tuvieran importantes recursos económicos»), está a la espera de un segundo auto que abarca el período 1998-2008.

Abuso de poder

El Betis, para el «lucro personal e ilegítimo» de Lopera

«Yo os entrego ahora un Betis libre, limpio, en Primera, de ustedes», decía en 1994 Lopera, que desde entonces no se ha cansado de alardear de lo que ha invertido en el club o del «coste cero» de las obras del estadio y de la ciudad deportiva, que finalmente pagó el Betis. El implacable auto de la jueza Mercedes Alaya califica la actuación de Lopera de «abuso de poder», lo que ha derivado en «importantes perjuicios económicos para el club», cuyos ingresos han garantizado la subsistencia de sociedades del imputado «y, en definitiva, para su lucro personal e ilegítimo».

Entramado de sociedades

El Betis, un asunto de familia

De acuerdo al auto de la jueza Mercedes Alaya, Ruiz de Lopera levantó un entramado de sociedades con personas de su grupo familiar y en torno a su persona, ya que era el único con autorización para manejar todas las cuentas bancarias, «asumiendo unas empresas obligaciones de otras o realizando operaciones que entidades independientes nunca realizarían». En el grupo de empresas (Farusa, Incecosa, Tegasa, Navisa o Frigimueble), aparecen los nombres de familiares de Lopera, como Isabel López Pérez (esposa), José Luis Páez Ruiz (sobrino) o «personas de su círculo íntimo». Todas declararon que su pertenencia a dichas sociedades era puramente formal, «sin ningún poder decisorio». El auto relata algunas de las actuaciones hasta concluir que son «una muestra del uso ilegítimo y abusivo del poder del señor Ruiz de Lopera».

Apropiación indebida

Adquiere una importante partida de acciones sin desembolso alguno

A Manuel Ruiz de Lopera se le imputa un delito continuado de apropiación indebida en las temporadas 1993-94 y 1994-95, «y un delito continuado de apropiación indebida y/o societario, igualmente en continuidad delictiva en el resto de temporadas en virtud de sucesivos apoderamientos durante su mandato [...] de recursos de la actividad deportiva del club, de los ingresos financieros que ha generado el desfase del cumplimiento de sus obligaciones como dueño de Tegasa y de importantes porcentajes en la indemnización por rescisión de jugadores». Además, y como punto de partida, la jueza destaca lo que denomina «adquisición ilegítima de las 20.662 acciones [...], que las adquiere y las detenta sin haber hecho desembolso alguno por ellas», lo que le permitió el control del Betis en 1992, al constituirse en SAD.

Irregularidades fiscales

Condenan a Ruiz de Lopera, paga el club

Además de hacerse con una partida de acciones sin coste alguno, el auto sostiene que Lopera pagó con fondos del Betis «el importe de la responsabilidad civil que generó su condena por dos delitos contra la hacienda pública y las costas». Una referencia al pago de una multa cercana a los 5 millones de euros que le fue impuesta al ex presidente del Betis en el 2006 por delitos contra Hacienda cometidos en 1996 y 1997 en la relación entre el Betis y algunas de las sociedades controladas por Manuel Ruiz de Lopera.

Sospechas de venta fraudulenta

Intento de salvar el patrimonio

La jueza Mercedes Alaya duda que Lopera no quisiera salvar de la acción de la Justicia su patrimonio, como alegaba el fiscal. «¿Cómo podría calificarse entonces la pretendida venta de las acciones de Farusa a Bitton Sport el 6 de julio del 2010 ante la inminente declaración del señor Ruiz de Lopera como imputado?», escribe Mercedes Alaya, que apunta que Lopera trataba de vender acciones que no le pertenecen, «porque nunca las desembolsó». «¿Conocerá esta circunstancia Bitton Sport?», termina preguntándose la jueza.

Un segundo informe

A la espera del informe pericial que abarca desde 1998 hasta el 2008

El auto aventura que un nuevo informe pericial de los técnicos de la Agencia Tributaria revelará «continuados apoderamientos en esta segunda etapa», refiriéndose al decenio 1998-2008, precisamente cuando aparece Encadesa, que entra en escena en el entramado empresarial tras la anterior inspección tributaria. La jueza Mercedes Alaya asegura que su forma de actuar [de Encadesa] es similar a la de Tegasa: «Los instrumentos contractuales utilizados por el inculpado al frente del club son los mismos».


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