La Voz de Galicia

El campeón defiende título justo de recursos

Deportes

Xurxo Fernández redacción/la voz.

Las importantes ausencias de Pau y Calderón limitan las alternativas para el juego de Scariolo, que cuenta con un cinco inicial espectacular

27 Aug 2010. Actualizado a las 13:00 h.

Si el baloncesto fuera un cinco contra cinco, España revalidaría sobrada el título de campeona del mundo. Con las espantás de estrellas sufridas por los equipos grandes, no hay quien pueda oponer un quinteto a la altura del que forman Rubio, Navarro, Rudy, Marc y el apoyo que Scariolo considere oportuno (Reyes o Garbajosa, atendiendo a los encuentros de preparación). Pero la selección también ha sido víctima de la fuga de talento y ha perdido dos piezas clave que, además de mermar la calidad inicial, lastran gravemente la profundidad de banquillo.

El equipo estaba preparado para una cita turca sin Pau Gasol. Su hermano Marc ha crecido de forma impresionante y Fran Vázquez ha dado por fin el paso para consolidarse entre los internacionales. Sin embargo, la lesión a última hora de Calderón merma las alternativas en la dirección de juego. El de los Raptors, pese a su discreta temporada y gira preparatoria (a excepción del excelente encuentro que se marcó ante Argentina) ofrecía un liderazgo pausado, lejos de las muchas habilidades de Rubio y opuesto por completo a las características del volcánico Llull. La urgente convocatoria de Raúl López es más un parche que una solución. El de Vic conoce la pizarra del seleccionador, que también lo entrena en el Khimki, pero eso no ha hecho que su papel en el equipo ruso pase de discreto (18 minutos y cinco puntos por partido, la pasada temporada).

El relevo de los Gasol

La limitación de recursos en el puesto de base tiene continuidad en la pintura. El trío Marc-Vázquez-Reyes impresiona, pero cualquier imprevisto en forma de lesión de los dos primeros recortaría de forma dramática los centímetros bajo el aro. España lo pasó realmente mal cuando el de los Grizzlies se retiró tocado del amistoso ante Argentina. Scola se movió a sus anchas y tanto la albiceleste como Brasil, en el encuentro posterior, superaron a los de Scariolo en la faceta reboteadora (y eso que Magnano no pudo contar con Splitter en aquel duelo). Sin problemas físicos, no hay muchos pívots que puedan frenar al hermano pequeño de Pau, gran protagonista de la fase de preparación, con más de diez puntos y cuatro capturas por encuentro que lo han convertido en el jugador con mejor valoración. Reyes y Vázquez también han rendido a gran nivel.

Y a la lista de quienes han destacado en la gira previa al viaje a Turquía, dos habituales entre los grandes nombres del combinado nacional: Navarro y Rudy. El de los Blazers, que se perdió dos choques por lesión, tuvo una de sus ocasionales pájaras ante Estados Unidos, pero se salió ante Lituania y Eslovenia. El referente del Barça tuvo su día malo frente a los eslovenos y lo bordó contra los americanos.

Aquel día, el del infortunio de Calderón, fueron Navarro y Ricky Rubio los que lideraron el despertar de España. El base ha demostrado, a sus 19 años, que no tiene techo y que ha crecido en su capacidad como generador de juego, superando las cuatro asistencias de media en los duelos preparatorios.

Los otros hombres de Scariolo

Fuera de los focos, está el terreno de los intangibles. Y en ese nadie se mueve como Garbajosa. Scariolo tiene una fe ciega en el veterano del grupo, discreto en números (poco más de cinco puntos y dos rebotes), pero generoso en el despliegue físico y sobrado en inteligencia en defensa y ataque. Prestaciones similares a las que da otro viejo conocido como Mumbrú, corto de piernas, pero (en ocasiones) sobrado de muñeca. El del Bilbao Basket brilló ante Brasil.

Claver y San Emeterio serán fundamentales para dar relevo a los primeros espadas en los duelos más ligeritos de una primera fase muy asequible. Francia es el único rival serio del grupo (a Lituania ya se le ha ganado por activa y por pasiva) y lo más duro llegará en los cruces, con EE.?UU. en el horizonte de la semifinal y una selección brillante pero falta de fondo de armario.


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