El altar de Kevin Love
Deportes
El pívot de los Minnesota Timberwolves asombra con ssu estadísticas mientras su equipo acusa la baja de Ricky Rubio
28 Mar 2012. Actualizado a las 22:36 h.
El asombroso balance estadístico de Kevin Love en los Minnesota Timberwolves le ha elevado en los últimos días a un particular altar. El pívot californiano llegó a su séptimo partido en toda su carrera consiguiendo 30 puntos y 20 rebotes. Ya es el jugador en activo con más partidos de esas magnitudes, por delante de nombres tan prestigiosos y tan veteranos como el de Tim Duncan y Kevin Garnett.
Love, una fuerza reboteadora que promedia casi 14 rechaces por partido esta temporada, ha sorprendido con su evolución ofensiva. Después de perder cerca de 30 kilos desde su debut en la NBA hace 4 años, el sobrino de uno de los Beach Boys ha añadido a su potencial bajo el aro un arsenal ofensivo que le ha convertido en un legítimo candidato al premio de MVP de la fase regular (con el permiso de LeBron James).
Love firmó hace un par de meses la extensión de su contrato de rookie con la franquicia de Minneapolis, a donde llegó tras ser traspasado sus derechos del draft desde Memphis. Cuatro años más por un monto de más de 60 millones de dólares. El movimiento desató ciertas críticas porque los Timberwolves no le ofrecieron el máximo a un jugador que se ha convertido en su piedra filosofal. Armado con un 2.08 de envergadura y un letal tiro de tres puntos, Love ha liderado a su equipo a convertirse en una de las mayores sorpresas de la temporada. Los Wolves, después de años de penurias, soñaban con los play offs. Pero sus esperanzas se vieron parcialmente truncadas cuando el ligamento de Ricky Rubio se rompió.
Desde la lesión del base de catalán, los Wolves tienen un balance de 3 victorias y 7 derrotas. Antes, estaban con 21-20. Aunque Love se desató con 50 puntos ante los Thunder de Oklahoma, sus esfuerzos en las últimas jornadas caen en saco roto sin la dirección de Rubio y con una plantilla joven e inexperta. Los problemas físicos de tres piezas clave como Ridnour, Barea y Pekovic tampoco ayudan. Mientras, Kevin Love vive instalado en su particular altar.