Federer juega su mejor tenis para batir a Djokovic y llegar a la final
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En caso de levantar el trofeo, el suizo reconquistará el primer puesto del circuito
07 Jul 2012. Actualizado a las 02:25 h.
El suizo Roger Federer entregó su mejor tenis para derrotar al serbio Novak Djokovic y avanzar a la final del torneo de Wimbledon, donde el domingo puede sumar su séptimo título y reconquistar el número uno del mundo.
Federer se impuso 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3 en dos horas y 19 minutos de un partido jugado bajo techo en el estadio central debido a la lluvia. Su rival el domingo será el ganador de la semifinal que enfrenta hoy al británico Andy Murray con el francés Jo-Wilfried Tsonga.
«Por momentos jugué hoy un tenis fantástico», dijo el suizo, que si gana el domingo igualará el récord de siete títulos en manos del británico William Renshaw -campeón en la prehistoria del torneo- y del estadounidense Pete Sampras.
Si gana, además, empatará el lunes, y superará siete días después, el récord de Sampras de 286 semanas como número uno. Sería además su décimo séptimo título de Grand Slam, alejándose más aún de los 14 de Sampras.
Federer habló con respeto de sus potenciales rivales del domingo.
«No diría que no tienen nada que perder, pero perdí con Jo aquí el año pasado (en cuartos de final) y con Andy creo que perdí más veces de las que gané».
«Me juego el número uno, así que saldré con algo de presión», añadió el suizo, aunque tras la exhibición que ofreció hoy es claramente el favorito y cualquier récord parece estar en sus manos.
Federer comenzó atropellando a Djokovic, lanzándole un «yo mando» raqueta en mano, y mantuvo esa actitud hasta el final del encuentro.
Apenas iban 18 minutos de juego y Federer ya quebraba el servicio de su rival, que dejaba el revés en la red. Dos aces y un saque ganador lo situaron con triple set point. El suizo movió al serbio por todo el fondo de la cancha, lo abrió a la derecha y definió con una derecha paralela cómoda para llevarse en 24 minutos el set inicial por 6-3.
Pese a comenzar el segundo set con una doble falta, Djokovic se recompuso y logró cambiar el patrón del partido: en vez de someterse al juego veloz a dos o tres pelotas que proponía su rival, logró extender los intercambios y hacer fallar al suizo. Su saque en cero y un ace le dieron el set por 6-3 al serbio.
Entonces llegó un gran momento de partido, un tercer set que mostró lo mejor de ambos.
«Eres un genio, Roger, ¡un genio!», gritaron desde la tribuna instantes antes de un sexto juego que ofreció un tenis brillante, puntos en los que cada golpe superaba al anterior y llevaban el partido a un nivel raramente visto.
Djokovic ganó aquel juego que parecía clave, pero perdió el set.
El mejor Fededer emergió para llevarse el parcial: aguantó primero, asumió luego la iniciativa pegándole de revés y de derecha hasta definir con un smash ante un globo alto y difícil de Djokovic.
Iban 101 minutos de partido y el estadio estalló. Wimbledon era claramente pro-Federer.
Allí el serbio perdió intensidad. Erró como nunca antes en el partido y entregó el servicio para quedar 2-0 abajo. Hubo emoción aún, pero ninguna duda de que era Federer el que se encaminaba a la final. Con un saque ganador marca de la casa cerró el partido y está en una nueva final de Grand Slam, la vigésimo cuarta de su carrera.