La Voz de Galicia

Mayor fortaleza defensiva, posesión y ataque al esprint

Deportes

x. r. castro VIGO / LA VOZ de vuelta al 4-4-2
Álex López, que tuvo que escorarse hacia al izquierda, es el más sacrificado con el sistema.

Herrera rescata su primera apuesta como técnico celeste en el arranque en Primera

20 Aug 2012. Actualizado a las 07:00 h.

El Celta se ha pasado al 4-4-2, para hacerse fuerte atrás y para atacar con un esprint de 40 metros. La idea no es nueva, fue la que puso en práctica el estratega extremeño en su desembarco en Balaídos. Sin embargo, le ha introducido una variante fundamental, el gusto por el control y el juego combinativo, aunque al primer toque siempre que sea posible.

DEFENSA

Sobriedad hasta en la estrategia

El cuarteto defensivo funcionó a la perfección, tanto en la cobertura de los laterales como en lo expeditivo de los centrales. Cabral ya dio el primer paso para hacer olvidar a Oier y Túñez crece en cada partido. Además, al tener a dos mediocentros defensivos por delante, todos ellos se sienten más cómodos.

DOBLE PIVOTE

Dos recuperadores para equilibrar y arropar al equipo

La idea se venía barruntado desde la parte final de la pretemporada y Herrera la puso en práctica ante el Málaga. Bustos se dedica a recuperar. Oubiña también, pero buscando al salida de balón. Como consecuencia, el carril central está casi taponado para el rival. El curso pasado el capitán era el único medio defensivo. La exigencia no era la misma.

INTERIORES

Vuelven las bandas con Álex descolgado a la izquierda

Las bandas vertiginosas fueron parte del ADN del primer Celta de Paco Herrera, pero el año pasado todos los jugadores de ataque preferían vivir en el pasillo central. Augusto estuvo cómodo pese ser un recién llegado. Más sufrió Álex en un lado izquierdo que no es el suyo. De hecho sus mejores asistencias llegaron cuando conectó por dentro. El ferrolano es el más sacrificado en esta apuesta.

ATAQUE

Salidas vertiginosas a la contra

Ver salir al Celta a la contra en el primer trimestre del curso 10/11 era un primor. Los vigueses se hartaron de sumar puntos en Segunda con jugadas de tres toques que terminaban en gol. Ante el Málaga la contra funcionó en media docena de ocasiones, pero faltó la concreción.

DUPLA DE DELANTEROS

Con los papeles cambiados

Aspas fue el asistente y De Lucas el finalizador. Se cambiaron los roles del curso pasado apostando por un ataque más elaborado a través de la conducción e incluso del primer año de Herrera, cuando el catalán era el asistente y David Rodríguez el ejecutor. Quique nunca ha sido delantero pero con su velocidad puede sorprender. Esta fórmula de ataque también encaja en el plan B, por el vértigo de Joan o Toni y la definición de Bermejo.


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