La Voz de Galicia

El Canarias apela a su fortaleza local para recibir al Obradoiro

Deportes

M. G. Reigosa Santiago / La Voz
El alero Nico Richotti, en el partido de Sar, defendido por Levon Kendall.

Alejandro Martínez prevé que la batalla del perímetro, donde su equipo acumula más problemas físicos, puede ser determinante

22 Feb 2013. Actualizado a las 07:00 h.

El C. B. Canarias tardó siete jornadas en estrenar su casillero de victorias. Pudo hacerlo en Sar, pero marró la última posesión para forzar la prórroga con un triple que no quiso entrar, a pesar de que fueron tres los intentos. «Igual con la dinámica en la que estamos ahora -apuntaba ayer uno de sus pívots, Chagoyen- la hubiéramos sacado, porque la primera costó mucho. Ahora los caminos son bien diferentes. Ellos estaban muy bien en aquella época y nosotros no habíamos arrancado».

La última vez que el conjunto tinerfeño perdió en su pista remite al 18 de noviembre, frente al Valencia: 69-73. Pero antes, en el Santiago Martín, nadie había ganado fácil. El Real Madrid lo hizo en una prórroga que forzó milagrosamente: 86-88. El Herbalife Canarias se llevó el derbi por cinco puntos: 71-76. Y el triunfo del Zaragoza, 65-85, es engañoso. A falta de tres minutos para que terminase el tercer cuarto el marcador reflejaba un 50-53. Fueron los tres primeros visitantes de la temporada. Desde entonces, el colectivo de Alejandro Martínez ha encadenado seis triunfos consecutivos en su feudo. Allí han caído, por este orden, Lagun Aro, Valladolid, Manresa, Murcia, Estudiantes y Cajasol.

Cambios respecto a Sar

El técnico canario espera un Obradoiro con un par de cambios sustanciales respecto al de la tercera jornada de Liga. Pierde por lesión a Andrés Rodríguez, pero cuenta con Hummel en el juego interior.

Espera más problemas en las cercanías de los aros, ya que el pívot americano «es quizás el que mejor juega de fuera adentro». Y valora la ausencia del puertorriqueño: «No van a tener la referencia de Andrés, que allí, en las tres últimas jugadas, es el que decidió. Pero tanto Rafa como Iñaki son dos jugadores muy válidos que nos van a poner muchos problemas. Aunque no esté Andrés, uno de los máximos asistentes de la Liga y uno de los termómetros del equipo, la cosa no va a ser más fácil. Nos vamos a enfrentar a dos bases jóvenes, a uno que lo hemos sufrido muchas veces en Adecco Oro y lo está haciendo muy bien, y a otro que es joven, como Rafa, muy físico, que presiona en todo el campo. Nos va a costar mucho superar esa primera línea. Y, como siempre, habrá que estar pendientes de la defensa de Corbacho, de Kendall, de Oriol, de Mejri, que en Santiago no hizo buen partido pero quizás fue el único que le salió malo...».

A priori, y teniendo en cuenta los problemas físicos que vienen arrastrando durante la semana Saúl Blanco y Levi Rost, lo que más le preocupa es la batalla del perímetro. En opinión de Alejandro Martínez, el Obradoiro tiene ahí «uno de los cuartetos de aleros más alto y más potente de la competición, en cuanto a presencia física». Y añade: «Ahora mismo, con Levi y Saúl lesionados, y solo con Jaime y Nico al cien por cien, ahí probablemente vamos a sufrir. Pero confío mucho en que todos los jugadores y, no solo los aleros, sino los interiores y los bases, hagan el trabajo que tengan que hacer, y podamos defender a todo el equipo».

En ese contexto, y a la espera de ver como evolucionan los jugadores que han empezado al semana al margen del grupo, el entrenador apela a la buena racha del equipo en casa y al apoyo incondicional de la grada: «El jugador número seis, el público, pasa a ser titular. Hay que meterlo en el quinteto inicial. Hay que tener el pabellón lleno y animando. No hay que esperar a que Nico haga un mate o Jesús un contraataque de campo a campo para que el público se meta, porque, ahí, a lo mejor vamos ocho abajo. El público tiene que estar animando desde el calentamiento. Tiene que ser titular en este parido».

Los tocados mejoran

Tanto Levi Rost como Saúl Blanco y Jakim Donaldson participaron en el entrenamiento de ayer por la tarde, pero a menor ritmo que sus compañeros.


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