La Voz de Galicia

Madrid juega de local en Buenos Aires

Deportes

Agustín Bottinelli Buenos Aires / La voz
El boxeador argentino Sergio «Maravilla» Martínez, con Pau Gasol, apoyando la candidatura de Madrid.

La candidatura española para los Juegos del 2020, la preferida por los habitantes de la capital argentina

06 Sep 2013. Actualizado a las 07:00 h.

El Comité Olímpico Internacional (COI) comenzó las reuniones en Buenos Aires que culminarán mañana con la definición de cuál será la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 entre Madrid, Tokio y Estambul, además de elegir al sucesor del titular del organismo, el suizo Jacques Rogge. A pesar de que la comisión ejecutiva del COI se enfrascó en un celoso hermetismo en uno de los salones del exclusivo hotel Hilton para dialogar con cinco de los seis candidatos a suceder a Rogge y evaluar la documentación presentada por las capitales candidatas, fuera las versiones sobre posibles pronósticos no cesaban.

Por razones históricas y culturales, la delegación española parece jugar de local en Buenos Aires y moverse con mayor fluidez que sus oponentes que incluso tienen hasta la traba del idioma. Con la llegada ayer de doña Letizia, que se sumó a la delegación española que encabeza su esposo, el príncipe de Asturias, el arribo anoche de los ministros de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, solo falta la presencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, quien aterrizará hoy en la capital argentina procedente de la cumbre del G-20 que se celebra en San Petersburgo, para completar el grupo oficial que representa a Madrid. Alojados en el NH City Hotel, ubicado a metros de la Casa de Gobierno, al que han convertido en el «búnker madrileño», los miembros de la delegación ensayan una y otra vez los detalles de la presentación que harán mañana ante los 115 miembros del COI, representantes de 70 países.

El presidente del COE, Alejandro Blanco y Ana Botella, la alcaldesa de Madrid e Ignacio González, presidente de la Comunidad, son los más inquietos y encargados de dar ruedas de prensa y detalles del proyecto de la capital española para obtener el triunfo. Los dos últimos han sido recibidos por el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri y por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, uno de los más firmes candidatos a suceder a Cristina Fernández en la presidencia a partir del 2015. Varios deportistas se sumaron a la comitiva, el primero fue Pau Gasol que aseguró que sería «un gran empujón para el deporte español. Tener unas Olimpiadas en casa sería algo muy importante, muy fuerte, y marcaría una gran diferencia».

También agradeció a Lionel Messi que al llegar a Buenos Aires para integrarse al seleccionado de fútbol posó con la camiseta de Madrid 2020 junto al presidente del COE como un acto de apoyo a la candidatura madrileña.

Hoy por la noche todas las delegaciones participarán de una velada en el teatro Colón como cierre de lo previo a mañana, donde Tokio, Estambul y Madrid, en ese orden, expondrán en el salón del Hilton, sus argumentos ante los miembros del COI y esperarán con los nervios de punta unas cuatro horas para conocer el resultado final sobre cuál será la ciudad sucesora de Río de Janeiro 2016.

Leve ventaja de Tokio

Por su parte el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que está en la capital argentina para defender la candidatura de la capital nipona - que sería la segunda vez que organiza los Juegos tras hacerlo en 1964- tiene como misión fundamental tranquilizar y negar que la situación del complejo nuclear de Fukushima y sus emanación de agua contaminada con radiación, suponga un problema para organizar los Juegos.

Estambul espera tener mejor suerte en esta oportunidad y después de cuatro fracasos, Turquía aspira a convertirse en el primer país de mayoría musulmana que organiza unos Juegos, a pesar de que la represión policial de junio en el Parque Gezi amenaza con afectar negativamente a la candidatura de su capital para la cita olímpica de 2020. En la calle la gente prefiere a Madrid pero los corrillos que circulan entre los 2.000 periodistas acreditados, aseguran que Tokio tiene una leve ventaja.


Comentar