La dimisión de Pedro Nimo

«Desde hoy, y por el presente escrito, renuncio a toda beca o ayuda pública como atleta al tiempo que renuncio a participar en cualquier competición nacional o internacional con las selecciones de mi comunidad y mi país». Este es el anuncio de Pedro Nimo del Oro, el atleta gallego masculino más internacional en estos momentos, como colofón a una extensa carta en la que muestra su hartazgo por la falta de ayudas en el deporte y por el comportamiento de la clase política en un momento especialmente delicado a nivel social. En la misiva dice no sentirse representado y descarta correr en un futuro bajo la bandera de otro país. Su idea a nivel deportivo es correr el maratón de Londres, conseguir la mínima y renunciar a continuación.

En una carta de seis folios de extensión, el compostelano recordó que «he representado a mi país y a mi comunidad, y cada vez siento más desprestigio al hacerlo por medio de una federación u otra», pero llegado este momento prefiere correr como un atleta popular, bajo ninguna bandera. Por motivos que explica sin dobleces: «En lo que a mí concierne, ni represento a esta Galicia ni a esta España en mi carrera deportiva, ni me siendo representado en lo civil por unas personas que lejos de ruborizarse y dimitir ante la mala conducta evidente, se crecen amparados por la injusticia. ¡Qué no me pidan implicación!».

Deporte y política

En el apartado deportivo de su denuncia, Nimo del Oro recuerda que «el deporte no son solo resultados, no son solo medallas, es un largo camino, lleno de sacrificio, superación y lucha», considerando que la responsabilidad de los gestores deportivos es «generar recursos y distribuirlos de la mejor manera», no «ponerse al servicio de la corriente política que haya impulsado su candidatura».

En su análisis no falta un tema tan capital como las becas, sacudidas por la crisis. «El tema becas -dice- es un caso aparte, pues cada año se reduce su duración y cuantía», algo que considera normal hasta un límite «porque mientras que nosotros sufrimos estas circunstancias, vemos como clubes de fútbol se benefician de las ventaja fiscales y no pagan la seguridad social». Además, recuerda que «en un escenario así tenemos el descaro de pedir unos Juegos Olímpicos mientras muchos de nuestros deportistas apenas pueden llegar a fin de mes». En este aspecto asegura sentirse un privilegiado.

Que renuncie a las selecciones de Galicia y España, y que tampoco lo vaya a hacer con otro país -«no me lo planteo, solo lo haría por dinero, pero siento mi tierra y mi gente»- no quiere decir que se despida del atletismo. A sus 33 años quiere seguir saliendo cada día al asfalto para entrenar, pretende hacer una marca de relumbrón en el maratón de Londres (el próximo mes de abril) y a renglón seguido anuncia que será el primero «en organizar carreras y marchas que luchen por los derechos mínimos». Pedro Nimo en estado puro.