Alberto Contador se impone en la Tirreno-Adriático
Deportes
El ciclista español vuelve a ganar una prueba por etapas desde su regreso en el 2012 tras su sanción por dopaje
18 Mar 2014. Actualizado a las 21:10 h.
Alberto Contador, el español más joven en ganar el Tour de Francia (con 24 años en 2007), recuperó su pegada en las carreras por etapas al ganar la Tirreno-Adriático, poniendo fin a una sequía que duraba desde la Vuelta a España 2012.
La contrarreloj final (9,1 km) sólo sirvió para descubrir al prometedor Malori entre grandes rodadores y para que Quintana le robara unos pocos segundos a un Contador que óolo necesitaba cunplir el expediente en una crono discreta, acomodado en la ventaja lograda a golpe de ataque en las dos jornadas de montaña previas. «Es realmente importante y me hace una especial ilusión, porque nunca en mi carrera he conseguido la victoria en la Tirreno-Adriático y es algo que me llena de orgullo También es especial por la forma en que se ha ganado», concedió el ciclista del Tinkoff-Saxo.
El ciclista madrileño, que cumplió dos años de suspensión tras su positivo por clembuterol en el Tour 2010, de cuyo triunfo fue desposeído, protagonizó un regreso espectacular en el 2012, con victorias en la Vuelta y en la clásica Milán-Turín, pero cerró en blanco la temporada siguiente. El 5 de septiembre del 2012, por tierras cántabras camino de Fuente Dé, lanzó un ataque largo, a 50 km de la meta, y desbancó a Joaquim Rodríguez. Aquél día derramó lágrimas de emoción y de rabia, dando por clausurado un capítulo negro en su carrera deportiva. Cuatro días después se coronó vencedor de la Vuelta en Madrid, por delante de Alejandro Valverde y de Purito Rodríguez.
Para rematar la temporada, Contador obtuvo en Italia su primera victoria en una clásica, la Milán-Turín, el 26 de septiembre, y despidió el año con un noveno puesto en el Giro de Lombardía. Sin embargo, los éxitos de Contador en su nueva etapa no tuvieron continuidad en el 2013. Una etapa y un cuarto puesto en la general del Tour de San Luis (Argentina) auguraban una campaña prometedora, pero en el Tour de Omán ya tuvo que inclinarse ante Chris Froome. Terminó segundo, tras el británico.
Tercero en la Tirreno-Adriático, quinto en la Vuelta al País Vasco, tercero en la clásica de Primavera en San Sebastián y décimo en el Dauphiné. Contador se presentó en el Tour sin victorias y la ronda francesa fue descubriendo sus debilidades. Contador, sin la pegada de sus mejores tiempos en la montaña, terminó cuarto, a 6:27 de Froome. Sólo pudo subir al podio como miembro del Saxo-Tinkoff, ganador por equipos.
Para el ciclista español era imprescindible un cambio de mentalidad. Su director, Bjarne Riis, observó que «mentalmente es duro regresar» y que Contador, a quien define como «un ganador nato», tuvo que «resetear su enfoque» para introducir algunos cambios en su preparación invernal.
«Acordamos afrontar la situación de una forma diferente este invierno. Trabajó muy duro y ahora Alberto es el que yo sé que puede ser», declaró Riis el domingo pasado tras el segundo triunfo consecutivo de etapa del madrileño en la Tirreno-Adriático, cuando se puso líder en Guardiagrece. Riis no dio detalles sobre los cambios introducidos en el entrenamiento de Contador, que en enero pasado participó con el resto del equipo en la concentración de Gran Canaria.
«No voy a dar detalles, sólo que ha sido un trabajo más estructurado. Nada que no haya hecho antes, pero algo más preciso, trabajando en los aspectos específicos en los que yo quería que trabajara. Lo hizo y durante todo el invierno ha podido ver los resultados. Se siente bien y está feliz», dijo.
La autoridad perdida
Contador ha recuperado en la Tirreno-Adriático la autoridad de otros tiempos y, sobre todo, la confianza en sí mismo con un ataque largo en la quinta etapa que desarboló a sus rivales, entre ellos el colombiano Nairo Quintana, la gran revelación del pasado Tour.
Riis advierte de que su líder todavía no está a tope, pero como responsable del equipo el danés ya se siente lo bastante fuerte para empezar a librar «la batalla que todos soñamos» con la poderosa formación del Sky y su líder Chris Froome.
La primera escaramuza será a finales de este mes en la Volta a Cataluña, en la que están inscritos los dos grandes candidatos a la victoria en el Tour. Después, Contador irá afinando su puesta a punto en la Vuelta al País Vasco y en el criterium de Dauphine, su última carrera antes del Tour.
«Ha trabajado mucho, muy concentrado y sólo ha hecho una carrera antes de esta (la Tirreno-Adriático). Todavía está progresando. Después de la Vuelta al País Vasco Alberto parará para preparar el Tour, no correrá la Lieja-Bastoña-Lieja. La vuelta también está en su programa. Va a ser una temporada larga», afirmó Riis.