Gustavo César Veloso se enfunda el jersey de líder de la Volta a Portugal

Va muy en serio. Si el año pasado se quedó a 4 segundos de ganar la Volta a Portugal, los que lo separaron de su amigo del alma Álex Marque, el vilagarciano Gustavo César Veloso parece dispuesto a no dejar escapar la Grandíssima otra vez. Ayer, en el alto de primera categoría de Montealegre-Serra do Larouco, el jefe de filas del OFM-Quinta da Lixa se enfundó el jersey de líder al término de la tercera de las diez etapas de la ronda lusa. De 4 segundos de desventaja respecto al también español Víctor de la Parte, del Efapel/Glassdrive, pasó a los 11 de ventaja que le saca ahora tras permutarse ambos sus respectivos puestos en la clasificación general.

Veloso, un todoterreno donde los haya, aprovechó la aparición de la alta montaña en la hoja de ruta de la Volta para probar su instinto de astuto depredador. Tras una etapa movida, y con el grueso del pelotón machacado tras sucederse ante sí tres puertos de tercera y uno de segunda, las empinadas rampas de primera categoría de Montalegre se endurecieron por la lluvia para la mayoría. No así para David Belda, que demostró ser astilla del palo Vicente Belda y con sus dotes de escalador se impuso con 5.09.03 tras atacar a unos 2.000 metros de la llegada; a 180 kilómetros del punto de salida de la jornada, en Viana do Castelo. Veloso vio en el arranque de Belda la oportunidad, y junto a Ricardo Mestre (Efapel/Glassdrive) arrancó a rueda del hombre del Burgos/BH. El arousano y Mestre llegaron 12 segundos después a la meta que él.

Omar Fraile (Caja Rural) acabó cuarto, y Edgar Pinto (LA Aluminios/Antarte) encabezó un grupo de quince corredores a 27 del ganador del día, entre los que figuraban el escudero mayor de Gustavo César, el también gallego Delio Fernández, De la Parte y Luis León Sánchez (Caja Rural). Este último conservó su tercer puesto en el general provisional, ahora a 21 segundos del líder arousano.

Más alta montaña hoy

Gustavo César Veloso tiene hoy ante sí otra oportunidad de demostrar su gran momento de forma, con una etapa muy dura de 192,5 kilómetros entre Boticas y Mondim de Basto, en la Serra da Graça. Por el camino, un puerto de segunda categoría, otro de tercera, y dos de primera en los últimos 40 kilómetros.