La Voz de Galicia

La falsa grandeza de Raúl

Deportes

Fernando Hidalgo

20 Oct 2015. Actualizado a las 18:58 h.

Luis Aragonés, quizá el mejor entrenador español de todos los tiempos, abrió la puerta al éxito de la selección española con una controvertida y valiente decisión. Dio carpetazo a la carrera de Raúl González Blanco con España. Con él fuera, el equipo creció como grupo, ganó en salud humana y multiplicó sus capacidades futbolísticas de una manera exponencial. El viejo se las sabía todas. Comprendió que el madridista tenía secuestrado el vestuario. Y una vez libres de él, España voló hacia la gloria.

Raúl ha sido un buen goleador. Un jugador más cuantitativo que cualitativo. Ni de largo fue el gran futbolista que se nos quiso imponer desde donde pretenden manejar los hilos de la opinión pública española. Fue competitivo, como otros; marcó muchos goles, como otros; y ganó muchos títulos, como casi todos los que han aguantado años en el Madrid. En el colmo de los colmos, hay quien ha llegado a decir que ha sido el más grande del fútbol español. Un insulto para Luis Suárez, Amancio, Gento, Iniesta, Xavi y David Villa. Sin ir más lejos, el Guaje ha acreditado mejores promedios goleadores que Raúl, y eso que, aunque es cierto que jugó en el Barcelona, también lo hizo en clubes de menor potencial, como el Sporting, el Zaragoza y el Valencia. Y con la selección, donde no solo se convirtió en el mayor goleador de su historia, sino que además, a diferencia del siete blanco, marcó goles que valieron su peso en oro como ante Portugal y Paraguay. Raúl no hizo mejor a España de lo que en su día la hizo Julio Salinas. Villa, en cambio, fue la guinda que culminó el trabajo coral de un gran elenco de futbolistas.

En los estertores de su carrera, se entiende que el madridismo ensalce a uno de los suyos, pero no que se pretenda imponer a España entera la figura de un jugador cuyo comportamiento entre bambalinas siempre dejó mucho que desear y que en el campo tampoco tuvo la grandeza que se nos quiere hacer creer.


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