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Jonah Lomu, muere el mito del rugby: ¿Por qué fue la leyenda de los All Blacks?

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La leyenda del rugby, en imágenes

Jonah Lomu era el dios de esa particular religión neozelandesa que es el rugby. Con 40 años, ha fallecido un mito

18 Nov 2015. Actualizado a las 18:18 h.

Jonah Lomu, una de las máximas leyendas de la historia del rugby, ha muerto repentinamente a los 40 años. El jugador de los All Blacks sufrió una enfermedad renal siendo jugador en activo, por la que se le tuvo que trasplantar un riñón en el 2004 que su cuerpo rechazó seis años después. Sus últimos diez años de vida, tuvo que someterse a tratamientos de diálisis.

Su esposa Nadene publicó una foto de familia en Facebook anunciando «con gran tristeza» la muerte de su esposo y pidiendo respeto por la intimidad de sus dos pequeños hijos, Brayley y Dhyreille, de 6 y 5 años.

El primer ministro neozelandés, John Key, dijo en un comunicado que Lomu «no solo fue un gran embajador del rugby y de Nueva Zelanda sino que hizo importantes aportes a la comunidad a través de sus numerosas obras de beneficencia».

El neozelandés Jonah Lomu, que disputó 63 tests con los All Blacks, en los que anotó 185 puntos, fue uno de los jugadores más destacados en las Copas del Mundo de Sudáfrica 1995 y Gales 1999, en las que Nueva Zelanda cayó en la final y semifinales, respectivamente. Se retiró en el 2002 como consecuencia de sus problemas de salud.

DEAN TREMI | AFP

Dentro de esa particular religión neozelandesa que es el rugby, sin duda se puede decir que Jonah Lomu era el dios. El más famoso y rico del mundo, que traspasó las fronteras tradicionales del deporte del balón ovalado. El planeta conoció a Jonah Lomu en 1995 durante el Mundial de rugby de Sudáfrica. Llegaban ecos de los prodigios de un chico maorí que después de intimidar a sus rivales con el baile típico (el haka) impulsaba a Nueva Zelanda a conseguir éxitos.

En semifinales, el choque ante Inglaterra suscitó unas expectativas como nunca antes un partido de rugby. Fue entonces cuando Jonah Romu se convirtió en un icono. Anotó cuatro ensayos, en una actuación memorable. Nueva Zelanda perdió la final, pero el hito Lomu, que entonces sólo contaba 19 años, ya estaba en pie. Desde entonces, contratos millonarios y éxitos deportivos hicieron del neozelandés el rostro con el que identificar un deporte hasta entonces poco vendible.

Se convirtió en el Ronaldo del balón ovalado, comparación no solo por su impacto mediático, sino por su estilo: potencia imparable y capacidad para escapar de hasta cuatro rivales que intentaban placarle.

Pero las lesiones se cruzaron en su camino. Después de su fulgurante aparición en 1995, problemas en un hombro y lesiones musculares varias le mantuvieron un tiempo en el dique seco. Tras recuperar su mejor forma, a finales de 1996 le fue diagnosticado el síndrome nefrítico que, desde entonces, fue arrastrando. Jonah Lomu ya no volvió a ser el mismo. El agresivo tratamiento perjudicó su tremenda masa muscular y llegó a perder la titularidad en los All Blacks.

Una infancia difícil

Jonah Lomu se formó en los suburbios del sur de Auckland, donde se vio frecuentemente involucrado en peleasa; sus amigos acudían a él porque era el chico más grande. De joven, vio cómo mataban a su tío y a un primo. El rugby llegó tarde a su vida porque Jonah Lomu ya tenía pensado su futuro: trabajaba en un banco cuando recibió la llamada que le converitiróa en el jugador más joven en llevar la camiseta de Nueva Zelanda, con 19 años.

Un icono en Nueva Zelanda

Cuando Jonah Lomu dio el salto a la fama, llamó la atención de todos lso estamentos. Se convirtió en uno de los estandartes de la marca Adidas en el mundo, tras firmar un contrato de más de cinco millones de dólares al año. En Nueva Zelanda es un dios de una religión particular (el rugby), y su vida era foco de atención para todos: su matrimonio con una mujer austrialiana fue portada de los informativos porque la madre de Lomu no aceptó el enlace. Sus raíces se encuentran en la isla de Tonga, una de las culturas más ancestrales de la zona y de la que Lomu se ha convertido en símbolo.

Jonah Lomu decidió después dar el salto a la fama que prefería el honor de jugar con los All Blacks a ganar millones con el rugby profesional. No le faltaron ofertas de Inglaterra, incluso de la NFL (la liga profesional de fútbol americano). «Jonah fue una leyenda de este deporte, una persona adorada por muchos aficionados tanto en Nueva Zelanda como en todo el mundo», ha manifestado Steve Tew, director ejecutivo de New Zealand Rugby. «No tenemos palabras para expresar lo que sentimos en este momento. Nuestros pensamientos están con la familia de Jonah», ha añadido.

Lomu debutó con los All Blacks, vigentes campeones del mundo, en 1994, en un partido ante Francia en la localidad de Christchurch, pero se dio a conocer un año después en el Mundial de Sudáfrica, en el que los neozelandeses fueron subcampeones. El legendario ala es el poseedor, junto al sudafricano Bryan Habana, del récord de ensayos en las Copas del Mundo, con quince.


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