El mar de dudas del caso Sharapova
Deportes
Todo lo que rodea al positivo de la tenista rusa parece confuso, pero algunas cosas se empiezan a aclarar
09 Mar 2016. Actualizado a las 12:04 h.
Todo parecía dispuesto para que María Sharapova, una de las mejores tenistas de los últimos años, abandonase a sus 28 años la prolífica carrera que construyó sobre las pistas. Las recurrentes lesiones y su perfil como imagen de marca que le garantizaba notables ingresos sin la necesidad de competir eran argumentos sólidos para pensar que en la conferencia de prensa que había programado para el lunes anunciaría su adiós. Pero no. Nada que ver. Sharapova había dado positivo por un medicamento que reconoció haber consumido durante diez años, el Meldonium, que se incluyó en la lista de productos prohibidos para la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) el 1 de enero de este año. A partir de esta revelación tan impactante, todo en torno a la tenista rusa semeja confuso, un mar de dudas. Algunas de ellas se han ido despejando con el paso de las horas, otras será difícil que algún día se lleguen a aclarar.
¿Es creíble que desconociese que usaba un dopante?
Sí. Muchos deportistas de alto nivel no son conscientes de todo lo que ocurre a su alrededor. Y eso incluye detalles tan relevantes como este -máxime cuando el cambio de calificación del Meldonium por la AMA es tan reciente-. Tratan de focalizar sus esfuerzos en entrenar e incrementar su rendimiento. Lo que parece difícil de creer es que nadie en su staff, que incluye desde médico hasta cocinero y que le cuesta a la tenista en torno al millón de euros cada año, fuese consciente de esta circunstancia.
De hecho, ayer uno de los primeros entrenadores que guiaron la carrera de Sharapova, el estadounidense Jeff Tarango, advirtió sobre esta circunstancia: «Si ella no lee las cartas de la ITF (Federación Internacional de Tenis) los miembros de su equipo deberían hacerlo. Se está jugando demasiado». «Creo que su médico, su agente, sus entrenadores y su cocinero deberían informarle cuando cambian la lista de sustancias prohibidas, especialmente cuando saben que la ha estado tomando durante diez años. No es ningún secreto», agrega Tarango.
¿Le puede traer el error consecuencias económicas?
Evidentemente. Daña una imagen inmaculada. Sharapova era una máquina de hacer dinero, porque además de una excepcional tenista, destaca por su belleza y un comportamiento ejemplar tanto dentro como fuera de la pista. Las consecuencias del positivo no se han hecho esperar. Ayer tres de las compañías que había apostado por ella para asociarla a su marca decidieron interrumpir esa relación. Y no son unas firmas de segunda fila. Nike, Tag Heuer y Porsche explicaron que cancelan las colaboraciones que tenía con Sharapova.
De todos modos, la rusa ha sido la tenista que más ingresos ha generado desde su irrupción en la élite.
¿Mejoraba su rendimiento el Meldonium?
No hay certezas claras en este aspecto. Es un medicamento demasiado desconocido. Y la mayor parte de los expertos consultado se inclinan por pensar que en realidad no le aportaba grandes beneficios.
¿Había más deportistas utilizando el fármaco?
Sí. De hecho, su consumo parecía una moda. Desde el 2015 que se descubrió por primera vez en el laboratorio antidopaje de Colonia, se estima que en el 17% de las muestras que llegaron allí se encontraba presente la sustancia. Desde que se prohibió por la AMA ya ha habido una docena de positivos por un fármaco que no se comercializa de forma legal ni en la Unión Europea ni en Estados Unidos.
¿Qué sanción le puede caer?
La sanción máxima en estos casos es de cuatro años de suspensión. Pero la ITF podría rebajar considerablemente este tiempo porque Sharapova no solo ha colaborado con las autoridades antidopaje, sino que ha reconocido públicamente que había ingerido el producto, circunstancias atenuantes a la hora de resolver el castigo. Lo que parece complejo es que pueda competir en los Juegos de Río.
¿Qué significa para el mundo del tenis su dopaje?
Ha sido un golpe duro, pero a la vez podría servir para rehabilitar algo la confianza de los espectadores en las autoridades que rigen el tenis y sobre las que había fundadas sospechas de que protegían a los grandes jugadores ante este tipo de casos. Si a Sharapova, la chica de oro, la sancionan significa que ahora puede caer cualquiera.