Exigente transición del Zalaeta

El Zalaeta acude a la cita anual con la segunda categoría del voleibol español con un plan que va según lo previsto. A pesar de que su entrenador, Jorge Barrero, matice: «No me planteo un proyecto a tres o cuatro años vista, porque las jugadoras jóvenes no pueden tener continuidad por temas de estudios y laborales. Y si alguna destaca, pues se va». «Se podría formar un equipo de Superliga que compitiese con holgura en la zona media de la tabla solo con las jugadoras coruñesas que salieron de esta ciudad», añade.

En esa vorágine de cambio que absorbe no solo a esta disciplina sino también al Zalaeta, el conjunto herculino comenzará la Superliga Femenina 2 el sábado a las cinco de la tarde en el Pabellón Braulio García contra el Covadonga.

Presentará Barrero una formación en la que ya no estarán las veteranas Cristina García, Rocío Durán, Olalla García, y Andrea Rivas (tercera mejor bloqueadora de la Liga). Ya la pasada campaña tuvo que afrontar el adiós de Lidia y de Patricia. La cantera asume su crecimiento progresivo y este año está llamada a una presencia más significativa. «Tendrán que dar un paso hacia adelante», avanza el técnico.

Serán novedades Elisa Álvarez, Inés Rivas, Laura Vázquez (de 15 años), Paula Lema (que debutó el año pasado), Lidia Gudje (ya asomó el curso pasado), y Emma Ordóñez (boirense de 17 años que viene de la concentración permanente júnior de Soria).

«Es algo real que me gustaría hacer un proyecto de la casa para intentar el ascenso, pero también que eso depende de la cuestión económica y por el momento esa posibilidad no existe», analiza Barrero.

Entre tanto, el entrenador coruñés establece que el equipo «trabaje mucho y que acabe mejor de lo que empiece». «Un objetivo irreal es la fase de ascenso. La zona media es lo máximo a lo que podemos aspirar en condiciones normales. Se trata de plantear más una meta semanal de mejora que una para la temporada», concluye.