«Tengo miedo de que me echen algo en el agua. No sé cuánto aguantaré»
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Sergio Sánchez, excluido del Europeo de cross, arremete contra la federación y lanza veladas acusaciones sobre los suicidios de los deportistas y el alcoholismo de un directivo
29 Nov 2016. Actualizado a las 19:35 h.
Después de quedarse fuera de la selección española para el Europeo de cross que se disputará el 11 de diciembre en Chia (Cerdeña), el atleta leonés Sergio Sánchez, cumplidos dos años de sanción por dopaje (consumo de EPO), arremetió este martes contra la Federación Española de Atletismo (RFEA), presidida por José María Odriozola durante casi 28 años y desde el sábado por Raúl Chapado. Sergio Sánchez, que se siente perseguido por la RFEA y, en concreto, por su director técnico, Ramón Cid, llegó a reclamar que se investiguen los suicidios en el deporte, como los del atleta Yago Lamela o los ciclistas Chava Jiménez o Marco Pantani. «Deberíamos de hurgar todos en la herida y saber qué es lo que pasa detrás de esos suicidios, de esas muertes. Tal vez hay una federación matando al deportista, y en mi caso ya no sé qué hacer», lanzó quien fuera, en el 2010, subcampeón del mundo de 3.000 metros en pista cubierta.
También cargó con dureza Sergio Sánchez contra Ramón Cid, de quien insinuó que es «alcohólico» y acusó de someterle a «un maltrato digno de una película de miedo». «Ramón Cid llevaba dos o tres días sin dormir para ver cómo me podía sacar de la selección. A nivel personal está claro que no soy de su agrado y no me quiere», lamentó el fondista leonés, que asegura «vivir con miedo» ante la posibilidad de dar positivo de nuevo. «En Alcobendas (segundo español clasificado) dejé mi mochila con la bebida en la caseta, he visto salir de ahí a dos o tres personas y la he tenido que tirar. Vivo con un miedo terrorífico porque creo que me la van a volver a preparar. Tienen unas ganas de que dé positivo espectaculares. Tengo miedo de que me echen algo en el agua. No sé cuánto aguantará mi cabeza», advirtió Sánchez, que oficialmente no ha sido excluido del Europeo por su pasado relacionado con el dopaje, sino por su dificultad para integrarse en el equipo nacional.
«Con todos los componentes del equipo, excepto con Toni Abadía, tengo una relación fenomenal», se defendió Sánchez, tras ser atacado otra vez por el atleta aragonés líder de la selección de cross. «Yo le digo a Toni que hago pública mi contraseña para que vean mi pasaporte biológico y que él haga pública la suya y entonces le creeremos como un deportista limpio», retó Sánchez, después de que Abadía se felicitase en Twitter de su exclusión y escribiese: «Muy muy contento con la selección del Europeo de cross. Orgulloso de una federación española con principios. Deporte limpio siempre».
Tras su explosiva conferencia de prensa en León, Sergio Sánchez, de 34 años, explicó por la tarde en Radio Marca los motivos que le llevaron a doparse y le costaron dos años de suspensión que cumplió en noviembre del 2015. «En un momento de mi vida tuve un problema, porque la federación española me debía un dinero y no me pagaba, iba a ser padre y no me llegaba el dinero para vivir. Si la beca me la tenían que pagar en abril, era agosto y no me habían pagado, lo único que tenía en mente era el Mundial y me dije: 'Voy a ver si la lío'. Fue un error y me arrepiento. Me quedaba un semana para ser padre. Tenía el problema de esperar esa beca seis meses. Estábamos sin cobrar y todos teníamos problemas para subsistir. Cuando la vida lo único que te está dando es hostias, llega un momento que puedes coger una depresión y te sientes una basura y un juguete roto y puedes llegar a pensar en matarte. Tenemos muchas papeletas para acabar en un psiquiátrico (así le ocurrió a Lamela)», añadió Sánchez, que también se quejó de que la RFEA no ocultase su positivo.
«Me lo podían haber tapado porque no era claro, pero no quisieron. Esa sustancia estaba en mi organismo porque la metí yo, pero no me salvaron porque no soy de su simpatía. Me quieren quitar de en medio cuanto antes. Los organismos antidopaje están alucinando porque en el atletismo de España soy el más perseguido», se quejó quien durante un año ha sido sometido a 16 controles. «Y merezco pasar 32, porque soy el más sospechoso de todos», apuntó quien también desveló que al cross de Alcobendas acudió desde el hotel «de la mano del jefe antidopaje de la Policía Nacional, por seguridad». «Él fue quien me investigó, tiene plena confianza en mí y vino conmigo para que nadie me hiciese nada», confesó el leonés, que anuncia que recurrirá su veto al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). «Están cometiendo un auténtico atropello, estoy sufriendo un daño irreparable y creo que me merezco por lo menos justicia», dijo con la voz entrecortada durante su conferencia de prensa.