La Voz de Galicia

La UCO sostiene que Villar provocó un enorme agujero patrimonial en la federación

Deportes

Melchor SAiz-Pardo madrid / colpisa

El «fraude masivo» tiene «al menos diez patas diferentes», según recogen los atestados

20 Jul 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Ángel María Villar gestionó, al menos durante la última década, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como si de un cortijo propio se tratara, usando el dinero de la institución no solo para enriquecerse a sí mismo y a sus más cercanos, sino para financiar una vastísima red clientelar entre las federaciones territoriales y locales que garantizaba su continuidad. Así lo revelan las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que ponen el acento en que el todavía presidente y sus prácticas corruptas causaron a la federación un tremendo agujero patrimonial de decenas de millones de euros.

Un «fraude masivo y continuado», en palabras de uno de los agentes de la operación Soule, que tiene, «al menos, diez patas diferentes», según recogen los atestados de la UCO y los documentos en poder del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. Será este instructor el que hoy decidirá si, tras interrogarlos, envía a prisión a Villar, a su hijo Gorka y a los otros dos detenidos el martes, el vicepresidente de la federación y presidente de la tinerfeña, Juan Padrón, y el secretario de esa territorial, Ramón Hernández Baussou. 

Derechos de la selección

El mayor agujero provocado por Villar, cercano a los 44 millones de euros, fue la «adjudicación de contratos relacionados con la cesión de derechos comerciales (de la selección) al Grupo Santa Mónica (propiedad del ya fallecido Jesús Samper) con unos márgenes de ganancias muy elevados para la empresa», tal y como recogen los atestados. Los informes revelan que la firma dejó sin pagar 24 millones de euros a la RFEF y que en febrero del 2013 el presidente «acordó la resolución de los contratos con dicha entidad con cláusulas muy favorables a la misma», pagando por el fin de esa relación otros 20 millones de euros adicionales. «Tras estas condiciones leoninas pueden subyacer motivos de gratitud hacia el Grupo Santa Mónica», según los documentos.

Miguel Cardenal, entonces presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), tras pedir explicaciones a Villar y no obtenerlas, acudió a la Fiscalía, que en el 2016 comenzó las investigaciones, que no se han quedado, ni mucho menos, ahí. Pedraz afirma que Villar pudo «haber concedido beneficios de trascendencia económica» a algunos presidentes de federaciones territoriales como «compensación» a que apoyaran a su reelección. Es más, el presidente se dedicaba a repartir premios a sus camaradas. Anticorrupción relata en sus documentos que pudo haberse «extralimitado en sus funciones de gestión de patrimonio de la federación utilizando este para otorgar altos salarios y sobresueldos a determinados directivos con el consiguiente perjuicio económico para la federación». 

Sociedades de los presidentes

Según los investigadores, Villar hizo al parecer la vista gorda para que los directivos territoriales que le apoyaban, a los que tenía dentro de su red clientelar, también saquearan la caja de diversas maneras. Los documentos de la Audiencia Nacional apuntan que «consintió que ciertos presidentes de las federaciones territoriales tuvieran de manera encubierta un sueldo de la federación incompatible con su condición de miembros de la junta directiva». Al margen de que estos desviaban «fondos de las federaciones que presiden a sociedades de su titularidad». Es esta parte de la operación la que afecta directamente a las federaciones de Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares, Las Palmas, Tenerife, Extremadura, Ceuta y Melilla, y en ella aparecen involucrados Padrón y Hernández Baussou.

Villar, siempre bajo la premisa de usar la federación y sus recursos como si fueran propios, directamente había puesto los «medios humanos y materiales de la entidad» al servicio de su hijo, quien, recuerdan los atestados en poder de Pedraz, no tenía «relación laboral» ni «prestaba servicios a la federación». Junto con su hijo, además, organizó un sistema de cobro de comisiones ilegales en la organización de los partidos amistosos de la selección, a través de servicios ficticios a la asesoría de Gorka, Sports Advisers S. L.

Pero las acusaciones de Anticorrupción no acaban ahí: «Conoció y permitió otras actuaciones que han supuesto perjuicio económico para el patrimonio de la federación; [...] dispuso de fondos destinados a clubes de fútbol para ocultar la administración negligente; [...] maniobró para conseguir indemnizaciones en fraude de ley» a sus cercanos; e iba a enchufar a las personas que le habían ayudado en su campaña.

El presidente y los otros tres detenidos declararán hoy por la mañana en la Audiencia Nacional

Villar declarará hoy por la mañana en la sede de la Audiencia Nacional, donde también pasarán a disposición judicial los otros tres detenidos en la operación que dirige el juez Santiago Pedraz. La declaración, para la que todavía no hay hora concreta, tendrá lugar cumplido el plazo máximo de detención de 48 horas, y Villar será llevado desde la casa cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas, donde pasó la dos últimas noches tras participar en el prolongado registro que miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) realizaron en la sede federativa.

Los otros detenidos, el hijo de Villar, Gorka, el vicepresidente primero de la federación y presidente de la territorial tinerfeña, Juan Padrón, y el secretario general de esta, Ramón Hernández, también pasarán hoy a disposición judicial.

Villar, que el martes estuvo presente en el registro de su domicilio desde primera hora de la mañana y después en la sede federativa durante más de doce horas, recibió ayer la visita de un abogado del despacho Rodríguez Ramos, que lleva su defensa. La llamada operación Soule, cuyas diligencias son secretas, responsabilizan a los detenidos de los presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental. 

Conmebol

La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) aclaró ayer que Gorka Villar, arrestado en España junto a su padre, Ángel María Villar, finalizó en julio del 2016 su contrato como director general de dicho organismo, saliendo al paso de «algunas informaciones erróneas». El organismo, con sede en Asunción, subrayó en un comunicado que la desvinculación se produjo el 18 de julio de ese año y bajo la nueva administración de Alejandro Domínguez, el actual presidente de la Conmebol.

El comunicado recuerda, a su vez, que Gorka Villar asumió el cargo de director general en diciembre del 2014 bajo la presidencia de Eugenio Figueredo. Figueredo y su antecesor en el cargo, Nicolás Leoz, están investigados en la trama de corrupción de la FIFA.


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