La Voz de Galicia

Por qué puede ganar García Silvero las elecciones a la Federación de Española de Fútbol

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Fernando hidalgo madrid / la voz

El gallego, responsable de Integridad de la UEFA, es favorito a presidir la Federación por preparación y talante

07 Feb 2018. Actualizado a las 15:00 h.

Ni siquiera lo ha explicitado y no se habla de otra cosa en el planeta Federación. Emilio García Silvero sondea si el fútbol español le acogería como presidente de la RFEF y desde el momento en que surgió su nombre, sus opciones no han hecho más que crecer.

¿Será el sustituto de Villar?

Primero deberá dar el paso y, si lo da, será muy difícil que no lo sea.

¿Está preparado?

Sí, a pesar de sus 40 años, tiene una gran experiencia en la gestión del fútbol y una sólida preparación académica. Se doctoró en derecho en Madrid y realizó parte del doctorado en la prestigiosa Universidad de Harvard. Domina el francés y el inglés, y ejerció como profesor universitario en Madrid durante ocho años, además de realizar un máster en gobernanza deportiva en París y otro de derecho deportivo en España. Siendo un chaval entró en una federación poco profesionalizada. Pronto destacó y se convirtió en un solucionador de todo tipo de problemas. Demostró gran empatía con los trabajadores de la RFEF y se convirtió en un puntal. Fue nombrado jefe de la Asesoría Jurídica, a la que convirtió en una referencia.

¿Le apoya la Liga?

Dependerá del contrincante. No es un hombre de Tebas, pero su pactismo y el pragmatismo del presidente de la Liga podrían derivar en ese apoyo. En cualquier caso, Tebas no ayudará a Rubiales, como ya ha dicho públicamente. Y eso deja el camino libre al gallego. Si algo quiere y busca Tebas de la Federación no es tanto su control como tener una interlocución dentro de la normalidad. No hay que olvidar que los clubes profesionales significan 20 votos de los 139.

¿Le apoyarían las territoriales?

Quizá no los presidentes imputados, que están con Rubiales. Pero el resto, perfectamente. Este es otro tanto a favor de García Silvero. Quienes están bajo sospecha van con Rubiales, quien a su vez está también con problemas. Pero Silvero no solo contará con el que fue últimamente el núcleo duro antivillar: Galicia, Aragón, y Andalucía. Territoriales como Castilla y León y Madrid también estarían con él, sin descartar otras. Mínimo tendría garantizadas más de la mitad de las 19 delegaciones. Y las territoriales, además de votar cada presidente, influyen decisivamente en otros estamentos.

¿Le respaldaría el colectivo arbitral al abogado coruñés?

El colectivo arbitral son once votos. Seguro que no apoyarán a Rubiales. Cuando menos, la tropa de Sánchez Arminio respeta profundamente a Emilio García. Y no ven en él ni a un traidor ni a un advenedizo.

¿Qué pensarán en FIFA y UEFA?

Conocen a Emilio García y creen que con él en la presidencia se acabará con la inestabilidad y el ruido que se transmite desde una federación tan importante como la de España. Y eso conviene. La UEFA perderá un baluarte de su organización. Pero ganará la paz en uno de sus asociados más importantes. En cuanto a la FIFA, Gianni Infantino tiene al gallego como uno de los grandes activos del fútbol mundial y se mostrará encantado de que arregle el problema español.

¿Es Rubiales un enemigo batible?

Es duro, pertinaz y tiene ambición. Pero la capacitación de uno y otro están a años luz. Quienes han tratado a Rubiales hablan de un personaje inestable, tendente al conflicto y con una concepción autoritaria de las organizaciones. García Silvero es el polo opuesto. Resuelve los problemas por convencimiento y siempre busca vías de entendimiento. Ambos son jóvenes, pero a Rubiales se le asocia más a la vieja guardia que a un dirigente moderno. En igualdad de condiciones, el expresidente de la AFE no debería ser rival. Una cosa es que lograra decenas de avales para la moción de censura, cuando no tenía contrincante, y otra que logre esos avales en una disputa contra el coruñés.

¿Qué piensa Lete?

De partida, tiene la obligación de ser neutral en cualquier elección que se celebre en cualquier federación deportiva española. Pero un simple análisis superficial nos llevaría a que lo primero que desea el secretario de Estado para el Deporte es que de una vez por todas llegue la paz al fútbol español. Lete sabe que con Rubiales el enfrentamiento entre la Federación y la Liga continuaría y que, sin duda, él estaría en el medio de una guerra cada vez más furibunda que le ocuparía mucho tiempo y le daría un gran dolor de cabeza. A Lete no le conviene Rubiales, mientras que Garcia Silvero no viene a priori con ninguna mochila.


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