Dimiten todos los directivos de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos por el escándalo de los abusos sexuales
Deportes
Tras destaparse el caso Nassar, el Comité Olímpico ha anunciado una investigación
27 Jan 2018. Actualizado a las 15:38 h.
El escándalo de los abusos sexuales que protagonizó el exmédico de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar, condenado de 40 a 175 años de prisión, ha entrado en la fase de las dimisiones de autoridades responsables de supervisar sus actividades. Como consecuencia el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC), que ya adelantó que ha abierto una investigación independiente, y pidió la renuncia de todos los 21 directores de la junta directiva de la federación de gimnasia, recibió ya la notificación de haberse cumplido su deseo.
El CEO y máximo responsable del USOC, Scott Blackmun, en un correo electrónico que envió a la federación describió las condiciones con las cuales el máximo organismo de la gimnasia debería cumplir o se enfrentaría a la retirada del certificado que le permite dirigir esa especialidad deportiva. Citando la necesidad de un cambio en la cultura, Blackmun, además de la renuncia también pidió la formación de una junta interina, en la que no haya nadie de la actual saliente, que deberá estar lista para el próximo 28 de febrero. Blackmun, que reiteró la necesidad de un «nuevo comienzo a nivel de la junta», tiene establecido un plan para que la federación haya constituido una nueva junta no interina dentro de 12 meses.
Además de la investigación y la convocatoria de una junta reemplazada, Blackmun busca capacitación adicional para todo el personal de la federación de gimnasia. «La federación de gimnasia de Estados Unidos cumplirá con los requisitos establecidos por el USOC», manifestó Leslie King, portavoz del organismo, a los medios de comunicación a través de un correo electrónico.
Por su parte, Susanne Lyons, miembro de la junta del USOC, calificó las dimisiones de la junta de la federación como «un primer paso crítico» para proteger mejor a las atletas, pero aún quedaba trabajo por hacer. Anteriormente, la nueva presidenta de la federación, Kerry Perry, ya había anunciado también en pleno testimonios de las víctimas de Nassar la cancelación del Rancho Karolyi, que se encuentra en Huntsville (Texas), como el centro oficial de entrenamiento del equipo nacional femenino de gimnasia.
De acuerdo a los testimonios de las víctimas, Nassar, había realizado los abusos sexuales sistemáticos en el exclusivo centro de entrenamiento, calificado por especialistas y directivos de la federación de gimnasia y del USOC como «lugar idílico». Posteriormente, la familia Karolyi, encabezada por los entrenadores rumanos estadounidenses, el matrimonio Bela y Martha, a través de un comunicado colocado en su página oficial de internet, dieron a conocer de manera oficial el cierre de las instalaciones.
Especialistas jurídicos aseguran que si se comprueba que personas adultas que trabajaban en el centro de entrenamiento conocían lo que sucedía en su interior con los abusos sexuales y guardaron silencio podrían también recibir cargos criminales.
El caso también ha alcanzado ya el nivel político y los senadores Jerry Moran, republicano por Kansas City, y Richard Blumenthal, demócrata por Connecticut, al frente del subcomité que supervisa, entre otros asuntos, la protección al consumidor, han enviado una carta a Perry para que responda cuestiones sobre las políticas que tienen establecidas para denunciar un asalto sexual.
Paralelamente, la rectora de la Universidad de Michigan State, Lou Anna Simon, en la que Nassar también ejerció como médico y cometió abusos sexuales, anunció su dimisión tras ser señalada por algunas de las víctimas como parte del problema del encubrimiento que durante años la institución académica ejerció a las actividades delictivas del condenado. «A medida que las tragedias se politizan, la búsqueda de culpables es inevitable», afirmó en un comunicado Simon, excusando su decisión.
La acusación directa de las víctimas de los abusos sexuales de Nassar a los responsables de la institución académica ha sido la de que nunca escucharon sus denuncias y por el contrario, siempre, fueron silenciadas.
El convencimiento generalizado que quedó tras las denuncias presentadas por todas las víctimas de los abusos sexuales a que fueron sometidas es que la Universidad Estatal de Michigan y la federación de gimnasia crearon y permitieron una cultura de abuso sexual sistemático en sus instituciones.
Tras la dimisión de Simon se dio también la renuncia del director atlético Mark Hollis, responsable durante la pasada década del Departamento de Deportes de la Universidad de Michigan State en el que Nassar ejerció su función como médico que atendió a atletas que formaron parte de equipos de atletismo, gimnasia y remo.
Esa realidad de responsabilidad por parte de ambas instituciones y otros gimnasios de Michigan, en los que también trabajó Nassar, les coloca en una complicada situación legal de cara a lo que con toda seguridad será la tercera fase del escándalo, la llegada de las demandas millonarias.
Las víctimas, más de 150 mujeres, que sufrieron la tragedia de los abusos sexuales por parte de Nassar, tendrán a partir de ahora el camino despejado para iniciar las acciones legales que consideren pertinentes de cara a pedir responsabilidades civiles y criminales.
Mientras las autoridades educativas y policiales a nivel federal, estatal y local también podrán continuar o abrir las investigaciones que consideren pertinentes que les permitan llegar hasta el final de un caso que para muchos no está cerrado sino que por el contrario, en el caso de las víctimas, no hecho más que comenzar.