La Voz de Galicia

Moncho Fernández: «La defensa es más fácil de aprender que el ataque, sin duda»

Deportes

M. G. REIGOSA ENTRENADOR DEL OBRADOIRO

El Alquimista de Pontepedriña repasa la séptima temporada consecutiva del equipo en la Liga Endesa

16 May 2018. Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2012, en un encuentro digital, Moncho Fernández decía que le gustaría ser el Jaume Ponsarnau del Obradoiro. Ya ha superado el listón del que fuese técnico del Manresa. Recuerda el sentido de aquella reflexión, al echar la vista atrás, como el deseo de un crecimiento del club en varios frentes. Son ya siete permanencias en la Liga Endesa, en el retrovisor queda la Copa del Rey en A Coruña, el equipo júnior hizo un buen papel en el Campeonato de España, el cadete lo va a disputar, se avista la Supercopa... De lo que está por venir, del nuevo proyecto, le cuesta hablar, porque quedan aún dos jornadas. Incluso es reacio a hacer balance, por el mismo motivo.

-¿El equipo está rindiendo por encima de las expectativas o por debajo del potencial?

-¿En qué se mide el rendimiento? Hay un valor principal, que es ganar o perder. Pero lo podemos medir en acierto, en el compromiso, por buscar valores tangibles, metemos o no metemos, o la gente está comprometida o no. ¿Que nos ha faltado acierto en momentos? Pues sí. ¿Que hemos cometido errores tácticos? Pues sí. Compromiso: excepcional. En ese aspecto no tengo nada que decir. ¿Que podríamos haber hecho cosas mejores? No lo sé.

-No es un reproche, es una reflexión. Honestamente, hubiese firmado este escenario al empezar la temporada. Creo que ha rendido por encima de las expectativas. Pero queda ese mal sabor de no haber ido un poco más allá. ¿Dónde se escapó la Copa, por ejemplo?

-En aquellas siete derrotas consecutivas. Pero habría que analizar una por una. Creo que hay dos partidos en el año, que son el de Barcelona y Estudiantes, en los que no competimos. En todos los demás, pienso que sí lo hemos hecho.

-En ese arranque el equipo se movió en partidos de 70-75 puntos. Ahora lleva tres prórrogas y tres victorias en el umbral de 85-90, o más. ¿Cómo se explica esa metamorfosis? ¿Es buscada o viene dada por las circunstancias?

-Lo que es evidente es que el sistema táctico ofensivo lleva más tiempo aprenderlo, mejorarlo.

-También podemos dar la vuelta por pasiva y la defensa...

-La defensa es más fácil de aprender que el ataque, sin duda. Porque el ataque requiere de talento. La defensa también, pero otro tipo de talento. Casi todo el mundo puede defender bien. Pero en baloncesto no todo el mundo puede atacar bien. Esa podría ser una discusión de horas. Creo que ha habido un factor clave, que a lo mejor nos vale como metáfora, en el partido contra el Betis. En la primera parte fallamos once triples y pienso que nunca hemos tirado tan solos en toda la liga. La segunda parte fue todo lo contrario. Prácticamente todo lo que tuvimos en las manos fue para dentro. Creo que tiene que ver con esto. Hemos cogido mejor los automatismo conforme ha ido avanzando el año. Y el acierto nos ha acompañado en estos últimos partidos, sin ningún tipo de dudas.

-Rebobinando, son ocho años de crecimiento sostenido.

-Se van dando pasos. Nuestro consejo de administración y nuestros aficionados son los que sostienen económicamente el proyecto.

-El club está por la labor de jugar en Europa si se presenta la ocasión. La clasificación va a estar ahí ahí.

-Solo le voy a hablar del partido del Tenerife, que es el siguiente. Podría ser un aliciente más para los aficionados.

«Habrá cambios que posiblemente harán que figuras en ciernes no den el salto a Europa»

Al echar la vista al frente, al Monbus Obradoiro se le plantea el horizonte de siempre, el de exprimir al máximo sus limitados recursos económicos. Pero esta vez en un contexto algo distinto. No tendrá que remodelar tanto la plantilla y se complica la pesca en el mercado americano de jóvenes con proyección.

-Se avecina un nuevo desafío. Hay más trabajo adelantado que nunca. Pero no va a ser fácil que sigan los tres más valorados: Artem Pustovyi, Matt Thomas y Eimantas Bendzius.

-Por eso digo que todo lo que hablemos ahora es absurdo. Cuando acabe la competición y pasen una semanas veremos qué hacer. No es lo mismo que a un coche le tengas que cambiar el volante o el motor. No sabemos qué va a ocurrir dentro de un mes.

-El día que Thomas firmó en Las Vegas, ¿esperaba todo lo que vino después?

-Siempre espero que los jugadores que fichamos rindan a un buen nivel.

-En este caso, superlativo.

-Que Matt era buen jugador lo sabíamos todos. Lo que más me ha sorprendido es su capacidad de adaptación inmediata, de llegar y rendir. Eso es lo más difícil, con todos los hándicaps que a priori traía: primera experiencia profesional, primera vez que sale de su país, adaptarse a un nuevo estilo de juego... El gran mérito está en su mentalidad.

-La chistera no deja de producir. Cada año encuentran petróleo. Es un riesgo.

-Y las circunstancias cada vez son más adversas. Las condiciones en la segunda liga de la NBA mejoran. Este año va a haber un cambio radical en esa reglamentación en cuanto a retribuciones y opciones de subir a los primeros equipos que va a hacer que estas figuras en ciernes posiblemente no den el salto a Europa y se queden allí. Si eres un equipo grande y manejas un gran presupuesto, los puedes convencer por la vía económica. Para un equipo como el nuestro va a ser más complejo. Creo que también se ha instalado una forma de hacer las cosas, haciendo de la necesidad virtud, y en esa línea estamos todos. Nuestra realidad es la que es. ¿Cómo podemos usarla en nuestro beneficio? Vamos a apostar por jóvenes en ciernes, vamos a buscar proyectos que a medio plazo, y en el corto, puedan rendir. Detrás hay muchas horas de trabajo, de visionado. Esa es la filosofía que ha marcado nuestro director deportivo desde que llegó aquí.

«Thomas, el más trabajador que me he encontrado»

Se le pide al Alquimista un esfuerzo de síntesis, para que resuma en una frase la temporada de cada uno de sus discípulos. O con el título de una película, como ya hizo en una ocasión, quizás con más tiempo.

-Con más tiempo y ya había acabado la liga.

-Probablemente entonces el título de la permanencia tardó más.

-Creo que fue el año del play off, y titulaba Un Obradoiro de cine, o algo parecido.

-En todo caso, esta temporada se ha adelantado el final.

-Todavía no sabemos el final.

-Sabemos quien es el asesino.

-Pero no sabemos si nos vamos a casar o no con la protagonista.

-Dos jornadas no distorsionarán el balance individualizado. Empiece por Pozas. En una frase o un título.

-Un capitán con mayúsculas.

-Sabat.

-El esfuerzo por adaptarse, los valores de los de antes y un final con premio a todo su trabajo.

-David Navarro.

-Polivalencia y sacrificio por los demás. Ha hecho tres puestos, el uno, el dos y el tres. Intendencia al servicio del equipo.

-Matt Thomas.

-Talento, sangre fría, calidad, pero, sobre todo, el jugador más trabajador que me he encontrado en treinta años entrenando. Cuando digo el más, igual hay otro que sea parecido.

-Corbacho.

-Tras un verano durísimo, de mucho esfuerzo, tocó readaptarse a un nuevo papel y creo que lo ha sabido hacer. Es capaz de salir y revolucionar un partido con cinco tiros, y a la vez está el conocimiento táctico que siempre ha tenido.

-Laksa.

-Quizás es al que más le ha costado adaptarse a una nueva realidad competitiva y a un nuevo estilo de juego. Y todo ello con mucha competencia en el puesto.

-Bendzius.

-Un título de película para él sería «Soldado universal». Es un jugador con un nivel de compromiso y ética increíbles.

-Simons

-Ha hecho tres puestos. Partía en las condiciones más duras y aceptó el reto. Voy a parafrasear a García cambiándolo: ni una mala palabra y siempre una buena acción.

-Llovet.

-Nacho es un veterano, tácticamente un jugador muy inteligente. El esfuerzo también es algo que viene de serie. Nos ha dado polivalencia.

-Radovic.

-Un estilista, técnicamente muy dotado, con un gran juego de espaldas. Ha ido con altibajos. Enseguida hizo suya nuestra filosofía y nuestros valores. Un compañero excepcional.

-Spires.

-El premio de los valientes. Por sus habilidades técnicas ha participado mucho más de lo que a lo mejor esperábamos a priori.

-Pustovyi.

-Artem es San Caetano ya. Es una persona y un jugador único. Humanamente y como jugador no hay otro igual.


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