Prado y Márquez, mutua admiración
Deportes
El motocrós es la pasión del dominador de motoGP, que felicita y llegó a regalar unas botas dedicadas al gallego campeón del mundo de MX2
03 Dec 2018. Actualizado a las 16:26 h.
El motociclismo ha unido a dos héroes del deporte español: Jorge Prado y Marc Márquez. La pasión que ambos profesan por las motos es equiparable a la admiración que se muestran mutuamente.
El campeón del mundo de motoGP saca a relucir su pasado en motocrós siempre que puede (también se escapa a las pistas de dirt track cuando su agenda lo permite). Bien pudiese parecer que es la disciplina del motociclismo en la que le hubiese gustado triunfar como lo ha hecho sobre el asfalto.
Por eso, el de Cervera sigue atentamente desde la distancia todas las carreras del campeonato norteamericano AMA y del Mundial de motocrós, en el que el gallego Jorge Prado resultó campeón en la categoría de MX2 después de haber mostrado un dominio abrumador a pesar de su juventud.
Ambos se conocieron personalmente en una convención de Red Bull en el año 2011 en la que, durante varios días compartieron actividades de toda índole, desde charlas hasta pruebas de ocio deportivo y jornadas de aprendizaje en diferentes ámbitos.
En aquel momento, Jorge Prado acababa de proclamarse campeón del mundo de 65 cc. En el año 2015, cuando el gallego se hizo con el Europeo de 125 cc, acudió desde su casa en Bélgica al circuito de Assen para visitar a Márquez durante la celebración del Gran Premio de Holanda y ambos aprovecharon la ocasión para estrechar lazos, hasta el punto de que el de Cervera le regaló dedicadas las botas que había utilizado en los entrenamientos cronometrados. «Hasta tenían un agujero de realizar los apoyos en las curvas. Entre los recuerdos que tengo están estas botas de Márquez, que además me van pequeñas», bromea Jorge Prado, que siempre ha destacado la afabilidad de Marc Márquez en el trato. Desde entonces, la comunicación entre ambos, por medio de las redes sociales o por vía privada, es fluida y no dejan de felicitarse por cada éxito conseguido. De hecho, Marc Márquez aseguraba a La Voz que «Jorge Prado está haciendo algo increíble en el motocrós». «Ha sido campeón del mundo y lo veo muy fuerte y si sigue trabajando bien, con un buen entorno, tiene potencial y talento para hacer algo grande», aventura el heptacampeón del mundo de velocidad.
Este fin de semana tuvieron otra oportunidad de charlar personalmente, con motivo de la gala de la Federación Internacional de Motociclismo en Andorra, con la presencia de los cuarenta y ocho campeones mundiales de todas las disciplinas de esta modalidad deportiva.
En octubre de este año, en pleno Gran Premio de Tailandia de motoGP, Marc Márquez lo dejó caer. «No soy Supermán para siquiera acercarme al nivel de Jorge Prado en motocrós, pero si la pista es mixta entre asfalto y tierra quizás podríamos ver qué sucede», retó en tono de broma ante la posibilidad de que ambos pilotos campeones del mundo se encontrasen de modo informal en una exhibición en un circuito.
Por el momento, ese encuentro tendrá que permanecer en el ámbito privado de ambos deportistas y siempre condicionado a la existencia de fechas libres en su cargada agenda. En un momento dado, se manejó como fecha posible alguna de este invierno, «para que pudiesen rodar juntos con la intención de pasar el tiempo sin competir, porque a los dos les apetece», según se explica desde el entorno de ambos pilotos.
«Es una pena que no quedamos mucho para andar en la moto de cros porque los calendarios son difícil pero me gustaría quedar algún día para probar él en motocrós o yo en velocidad», lanza Jorge Prado. Porque no solo Márquez se siente a gusto cambiando de montura y aunque su elección principal era el motocrós y acabó en el asfalto, en el caso de Prado, la velocidad no es una opción profesional, aunque reconoce que se divirtió cuando probó esta disciplina en el equipo de Sete Gibernau. En aquella ocasión, los sensacionales tiempos marcados por el gallego en su primera incursión en la velocidad sorprendieron tanto a sus anfitriones que le brindaron la posibilidad de disponer de una montura oficial en el Mundial de moto3, opción que Prado descartó por dos sólidos motivos que su entorno desvela: «Su primera elección es el motocrós porque es lo que le llena, y no la velocidad. Y además está en el mejor equipo del mundo de motocrós».