Cassano: «Merecía ser apartado del Madrid, no me gustaba entrenar»
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El exfutbolista habló en una entrevista en la que reconoció que «le falté al respeto a muchos entrenadores, es correcto que me mandaran fuera del Real Madrid»
13 Jan 2019. Actualizado a las 17:18 h.
El exjugador Antonio Cassano, que militó en el Real Madrid entre el 2006 y el 2007 sin contar con mucho protagonismo en el campo, dijo este domingo que mereció ser apartado del equipo madridista por su comportamiento poco profesional. «Merecí ser apartado, le falté al respeto a los entrenadores, hice muchos desastres y es correcto que me mandaran fuera del Real Madrid», afirmó Cassano en una entrevista con la cadena televisiva italiana Sky Sport.
Cassano, que anunció su retirada del fútbol el pasado 13 de octubre a los 36 años y cuya carrera fue marcada por actitudes poco profesionales pese a un notable talento, consideró que rindió «el 50 por ciento» de lo que realmente podía. «Para mí rendí solo el 50 por ciento de mis capacidades. Hice muchos desastres, no me gustaba entrenarme. Es feo, pero es la realidad», reconoció Cassano, quien, sin embargo, destacó que no tiene remordimientos por el desarrollo de su carrera.
El exdelantero italiano fichó por el Real Madrid en enero del 2006 procedente del Roma por cinco millones de euros, pero su etapa en el equipo madridista fue marcada por una larga serie de comportamientos poco profesionales y de altercados con los entrenadores, lo que provocó su alejamiento de la plantilla. En particular, Cassano quedó varios meses al margen del equipo durante la gestión del técnico italiano Fabio Capello, en una temporada 2006-2007 que acabó con el Real Madrid como campeón de Liga.
En la entrevista, Cassano también repasó la actualidad del Milan y la posible salida del argentino Gonzalo Higuaín, con el que compartió vestuario en el Real Madrid. «Para mí es una locura vender a Higuaín, es el único jugador aceptable que tiene el Milan, el único campeón, uno de los mejores delanteros del mundo. Yo nunca le vendería», dijo. «Jugamos juntos en el Madrid, aunque yo al final estaba al margen del equipo. Para Gonzalo es suficiente recibir un balón delante de la portería. Siempre marca la diferencia. Ahora está pasando por un momento difícil, pero no es un jugador acabado», sentenció.