La Voz de Galicia

Borja Iglesias: «Intento ser la misma persona que cuando tenía catorce años»

Deportes

m. g. reigosa

El ariete compostelano deja huella en cada equipo por el que pasa por sus goles, su sencillez y su cercanía

14 Aug 2019. Actualizado a las 10:32 h.

Borja Iglesias descansa con su familia en Compostela después de una temporada en la que lideró el ataque del Espanyol en la vuelta de los periquitos a la competición europea. Esta semana dirigirá su primer campus en la ciudad que lo vio nacer y el jueves ya tuvo un primer encuentro con los participantes. Desde hoy, primer día de las vacaciones escolares, toca compartir campo y vivencias con los chavales. Recuerda que no hace tanto tiempo «alucinaba» cuando se cruzaba con Fernando Torres en Área Central. Y tampoco ha pasado tanto de cuando estaba del otro lado, en un campus que entonces abanderada Franck Passi. Sigue disfrutando en ese escenario, con el balón en los pies, aunque ahora le toque impartir magisterio. Y son los críos los que alucinan ante la oportunidad de codearse con un ídolo.

-Parecía uno más entre los chavales. ¿Esa normalidad, esa falta de divismo que a veces se echa en falta en la élite, la lleva de serie?

-Gracias por la apreciación. Intento ser la misma persona que cuando tenía catorce años y vivirlo todo con esa intensidad y esa ilusión. Creo que tengo mucha suerte porque mi círculo cercano de amigos sigue siendo el mismo. Y mi familia es gente muy normal, que vive el día a día con normalidad, con pasión en lo que hace. Intento aprender de ellos. En ese sentido tengo grandes maestros.

-Pero seguro que se ha encontrado con gente extraña, si vale la expresión.

-Como en todo. Yo también soy raro a mi forma, supongo que tengo mis peculiaridades. Es normal. Habrá gente que diga ‘este tío qué cosas más extrañas hace’. Cada uno vivimos de una forma. Lo bonito es que podemos ser diversos, ser distintos, y disfrutar de eso.

-¿Una de las claves de su carrera y su progresión es que ha sabido elegir destino y en el momento adecuado?

-Creo que, en ese sentido, la decisión no es solo mía. Mi familia, mis amigos y, sobre todo mis agentes, que saben de esto y en momentos puntales son capaces de serenarte, tienen mucho que ver. A lo mejor tú tienes unas aspiraciones que igual no se ajustan a tu realidad. O sí. No sé. Hay que jugar mucho con eso. Hay que aprovechar los buenos momentos. Es algo que siempre he tenido muy claro. Y, sobre todo, una de las cosas que no he dudado nunca es que cuando he tomado una decisión siempre he considerado que era la adecuada y la que yo quería. A partir de ahí, a luchar por ella y tratar de estar al mejor nivel posible para que todo fluyese mejor.

«A día de hoy, volver a Galicia no es algo en lo que haya pensado demasiado»

Del Celta B emigró al Zaragoza y le bastó un año a orillas del Ebro para dar el salto a Primera División, tras llamar la atención del Espanyol. Y después de su estreno en la máxima categoría, con 17 goles anotados, ya suena para otros equipos. Rubi lo quiere llevar al Betis, la Premier emerge cómo otro posible destino. Pero Borja Iglesias, el Panda, no le da vueltas a su futuro. Está contento con lo que tiene, asegura que su mente está en el Espanyol y en la ilusión de volver a Europa, que no se avecinan cambios.

-Le preguntaba uno de los chavales del campus con quién hace mejores migas en el Espanyol y le respondió en pasado, al referirse a Roberto, el portero. ¿Le traicionó el subconsciente? ¿No va a seguir allí?

-No es eso. Roberto ha salido del Espanyol. Hace una semana, más a menos, que ha anunciado su fichaje por el West Ham y me da pena. Vivimos en el mismo edificio, tenemos mucho trato tanto dentro como fuera del campo, y es una persona que me ha dado muchísimo. Me ha cuidado como si fuese un hermano pequeño para él. Por eso hablaba en pasado, por Roberto, porque es un tío especial para mí. Le tengo mucho cariño y le deseo lo mejor.

-¿Habrá «pack» en el West Ham, un dos por uno?

-En principio nada. Nada parecido a eso.

-¿Se ve volviendo a Galicia? ¿Es algo que se plantea?

-A día de hoy no es algo en lo que haya pensado demasiado. Es cierto que a quién no le gusta jugar y vivir en su tierra. A mí Galicia me encanta. En Santiago soy superfeliz cada vez que vengo y en Vigo he vivido años muy buenos tanto a nivel deportivo como personal, y he disfrutado mucho. Ahora no lo valoro, por muchos motivos, no es algo que me plantee a día de hoy.


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