Kinglsey Coman, la cruel lección de un canterano del PSG
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El autor del único tanto de la final de Lisboa llegó a debutar con el club parisino antes de salir por la imposibilidad de arañar minutos a las estrellas
23 Aug 2020. Actualizado a las 23:49 h.
Nació en París en el año 1996 y se formó futbolísticamente en la cantera de PSG, un club ya convertido en un proyecto multimillonario cuando a Kingsley Coman le llegó el momento de dar el salto al profesionalismo.
El extremo francés, autor del tanto que decidió una final de muchas ocasiones y marcador escaso, legó a debutar con el primer equipo parisino. Fue en el curso 2012-2013. En toda la temporada, jugó 3 minutos durante el final de un Sochaux-PSG en el que el equipo —por entonces entrenado por Ancelotti— salió derrotado. Uno de los solo cinco encuentros que perdieron ese año en Francia.
Puertas cerradas
Zlatan Ibrahimovic, Pastore y Lavezzi de tridente atacante en aquel curso de debut para Coman. El año siguiente le cerró aún más las puertas las llegadas de Cavani al césped y de Blanc al banquillo, obligando al diestro a afrontar otro curso de presencia ínfima. Ocho minutos en la quinta jornada ante el Girondins de Burdeos para no volver a aparecer hasta la última fecha del calendario para disputar menos de media hora en una goleada intrascendente al Montpellier.
Finalizó su contrato en París y se marchó. Hizo las maletas y se fue a Turín. Otro club sobrado de estrellas. Otro equipo sin rival en su Liga. «Nunca jugaré en París, hay muchas estrellas, siempre estaré por detrás de ellas», le contó a su agente en una conversación revelada por L’Equipe. Un error histórico destapado con crueldad en Lisboa.
Un par de cursos en la Juve antes de recalar en el Bayern. Primero a préstamo, luego en propiedad. Y aparecieron las lesiones. En los muslos, en la espalda, las rodillas, los tobillos, el pie... Ausencias largas y dos operaciones que le hicieron replantearse su carrera. «Espero no tener que revivir lo que he pasado, ya es suficiente. No aceptaré una tercera operación, significará que tal vez mi pie no está hecho para este nivel», llegó a decir a una televisión francesa.
Cantera frente a millones
Tras sufrir lo peor del fútbol, este curso Coman vivió un buen año. Consolidado en el equipo, paso lo justo en el dique seco siendo parte de ese rodillo en el que poco a poco se fue convirtiendo el Bayern.
Hasta ayer, había anotado siete goles. Le restaba el más importante. El que condenaba al equipo de su ciudad a la mayor penuria que se puede pasar en Europa. Las estrellas que nunca le dejarían triunfar, acabaron llorando.
Robert Lewandowski, sin récord pero con copa
Diez partidos de Champions y 15 goles. Son los espectaculares registros que ha firmado Robert Lewandowski esta temporada en la Liga de Campeones. No ha logrado superar los 17 que firmó Cristiano Ronaldo en el curso 2013-2014, pero también le han valido para levantar la copa.
El delantero polaco comenzó esta interminable campaña con 30 años y la ha finalizado con 32 —después de tener que celebrar su cumpleaños en la burbuja de Lisboa— y convertido en el mejor rematador del planeta.
Ayer volvió a demostrar su instinto de área. El primer balón que tocó en el partido, lo mandó al palo para alivio de Keylor Navas. No es un secreto para las defensas que va a chutar a puerta, pero resulta imparable.
El 9 del Bayern ha encontrado la gloria europea en el equipo que se la arrebató en el 2013, cuando era delantero del Borussia de Dortmund.