La Voz de Galicia

Fernando Alonso sigue con su preparación fuera de los focos

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David Sánchez de Castro colpisa

El asturiano ha completado dos jornadas más de rodaje con el coche de 2018 en Abu Dabi, el mismo circuito donde no le permiten rodar con el de 2020 en los test de jóvenes pilotos

16 Nov 2020. Actualizado a las 20:18 h.

Mientras Lewis Hamilton se ponía la corona de Michael Schumacher y el equipo Renault hacía las maletas de Turquía con solo un punto en el zurrón, Fernando Alonso se encontraba en el circuito de Yas Marina, de infausto recuerdo para él cuando le viene a la cabeza lo ocurrido en el 2010. El trazado de Abu Dabi fue el escenario para dos jornadas de entrenamientos en los que el asturiano volvió a subirse al R18, el monoplaza que hace dos temporadas pilotaron Daniel Ricciardo y Carlos Sainz antes de que el madrileño pusiera rumbo a McLaren, que es precisamente el próximo destino del australiano para dejarle hueco al asturiano. Suena a chiste de casete de gasolinera, pero los caminos de la Fórmula 1 se suelen cruzar muchas más veces de las esperadas.

Del rendimiento de Alonso en la pista se sabe entre poco y nada. Renault no ha dado tiempos por vuelta, dado que tampoco es eso lo que se busca, y no fue hasta el final del lunes cuando informaron de las dos sesiones de trabajo: 116 vueltas el domingo y 94 el lunes. En total, 190. Más allá de su desempeño, poco o nada importa, porque ese no es el objetivo. En un deporte en el que no hay apenas entrenamientos, cualquier ocasión de estar en pista con un F1 (aunque no sea exactamente el que vaya a usar Alonso) le viene muy bien para recuperar las sensaciones, las fuerzas G y, en definitiva, el feeling.

Lo que es más irónico es la actitud de los equipos que no permiten a Alonso rodar en los test de jóvenes pilotos, especialmente porque ni Ferrari ni McLaren, que son quienes comandan ese veto, tiene previsto rodar en Abu Dabi después del Gran Premio que pondrá fin a la temporada. La regla es clara: sólo podrán ponerse al volante pilotos que no hayan disputado más de 2 Grandes Premios. Claramente Alonso sobrepasa este requisito, pero la normativa ya tenía previsto que ocurriera algo así. Por eso, la FIA tiene potestad para dar un permiso ex profeso para dejar a pilotos ya veteranos probar, precisamente pensando en casos como los de Alonso. Para ello, sólo hace falta el acuerdo unánime de los equipos. que no es poco.

Tanto Ferrari como McLaren son conscientes de que Alonso exprime cada kilómetro que da a un fórmula 1, aunque lleve dos años fuera de circulación en el Gran Circo. De hecho, ese es el objetivo secundario de Renault por el que están presionando para que los dispute: no sólo le viene bien al bicampeón español rodar con el coche del 2020, sino también a ellos mismos. La normativa del 2021 es lo suficientemente estable como para dar por hecho que el rendimiento de los monoplazas no cambie mucho. por lo que cualquier factor extra para mejorarlo, será bienvenido. Los técnicos de Renault, como los de Ferrari y McLaren, son conscientes de la aportación que puede hacer Alonso, y en una parrilla con una zona media tan apretada, no pueden permitir ninguna ventaja a sus rivales.

El futuro Alpine F1 no puede dejarse comer la tostada con respecto a Alonso, pero tienen claro cuál es su prioridad ahora mismo: el 2020. Daniel Ricciardo y Esteban Ocon pincharon en Turquía, en una carrera muy compleja para todos, pero en la que ellos no sumaron todo lo que podían. A falta de sólo tres carreras están metidos en una guerra a cara de perro contra Racing Point, McLaren y Ferrari. El tercer puesto de la clasificación general de constructores y el suculento premio económico que conlleva obliga a maximizar los recursos para ese objetivo.

Alonso es consciente también de ello y por eso, a distancia, ayuda en lo que puede. Y si tiene que renunciar a test, lo hará: es un soldado (de lujo) en un ejército. Por eso ahora mismo ni el propio piloto ni el equipo saben si volverá a rodar o no. Todo lo que venga de aquí a febrero de 2021, cuando se celebrará la pretemporada (y quizá no sea en Barcelona), bienvenido sea.


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