Rahm se ajusta al guion en el arranque del Masters

Podía haber sido mucho mejor, pero no ha estado nada mal el inicio del Masters de Augusta para el español Jon Rahm, número 3 del ránking mundial. No obstante, al de Barrika le quedará el mal sabor de boca de haberse aguado él solo la fiesta en el hoyo 18.

No es que la jornada de ayer fuese un drama para él. Ni mucho menos. Hacía muchos años que en Augusta el tiro a green era tan difícil de controlar. Y en esas condiciones, Rahm acabó la jornada con el par del recorrido. Ni un golpe más ni un golpe menos. Pero es cierto que el premio pudo haber sido mayor de no haberse complicado la vida en el último hoyo, en el que un bogey le hizo perder varias posiciones en la clasificación. Fue el cierre a una jornada que comenzó de dulce, logrando el primer birdie en el segundo hoyo, una ventaja que aguantó hasta el 8. La bola entró por el agujero en seis golpes, uno más de lo que exigía el par, devolviendo al español, que este año afronta su quinta aventura en este major, a la casilla de salida.

Fue en el hoyo quince cuando un nuevo birdie colocó a Rahm en las posiciones de privilegio antes de su error en el desenlace del día. Con todo, el español dio muestras de confianza suficientes como para no abonarse al sufrimiento en la reanudación del torneo de hoy (18.30 horas, Movistar Golf). En sus cuatro participaciones anteriores, el vasco logró superar el corte antes del fin de semana y estar entre los elegidos para la batalla final por la chaqueta.

Peor se le dio al día a Sergio García. El español, campeón del Masters en el 2017, marchaba al cierre de esta edición en el puesto 64 —al límite del corte— tras un mal debut en el que firmó una tarjeta de 4 golpes por encima del par obligándole a una remontada hoy para superar la eliminación tempranera. Tres bogeys en los cuatro primeros hoyos pusieron su participación cuesta arriba desde demasiado pronto. Volvió a fallar en el noveno y, al igual que Rahm, también tropezó en el 18. Su birdie en el 16 apenas maquilló su decepcionante arranque. Jose María Olazábal, por su parte, marchaba con dos golpes por encima del par al cierre de esta edición con un hoyo por jugar. El líder era Justin Rose (-4).

Pero los españoles no fueron los únicos a los que le tocó sufrir. Dustin Johnson, número uno del ránking, se las vio y se las deseó para firmar una tarjeta de dos golpes por encima del par y nombres de moda como DeChambeau se encontraron en problemas en todo momento. Al cierre de esta edición, firmaba cuatro golpes por encima del par.