«El sueño de Atlanta está aparcado y toca crecer en Europa y la Liga»

A Raquel Carrera Quintana (Ourense, 2001) le bastaron menos de 20 años para cumplir una serie de objetivos que para sí querrían muchas deportistas. De modo especial, los últimos doce meses han sido un auténtico torbellino. La temporada anterior comenzó con su llegada al Valencia Basket, tras un año de cesión en el Araski y el reconocimiento como mejor sub 23 de la Liga Endesa. Después se estrenó con la selección absoluta y entró en los combinados del Eurobasket y los Juegos Olímpicos. Con la escuadra taronja conquistó la Eurocup y, hace escasos días, la Supercopa de España. Entre medias, se convirtió en la Española con mejor posición en el draft de la WNBA, elegida decimoquinta por las Atlanta Dream.

«Todo lo que me está pasando es muy bonito y se trata de ir sumando experiencias paso a paso, que serán valiosas para mi carrera. Cuando fiché por el Valencia era para esto, pero la verdad, no me esperaba tantas alegrías en tan poco tiempo», expresa la propia Raquel, que también condensó en pocos días la cara del título nacional alzado en Tenerife y la cruz del portazo con el que les cerraron en Italia las puertas de la Euroliga.

Del primero, subraya que casi no tuvo tiempo para celebrarlo: «Después del gran trabajo que realizamos en la pretemporada, ganar la Supercopa fue una gran ilusión para todas. Disfrutamos mucho ese partido». Al contrario, en el duelo continental ante el Schio, el adiós a la Euroliga fue un duro golpe: «Estábamos muy motivadas, después de ganar la Eurocup el pasado año y queríamos dar un paso más, entrenado en la Euroliga. No ayudó mucho jugar la Supercopa dos días antes. Casi no pudimos ni celebrar el título, viajamos y descansamos poco. De todos modos, no es una excusa para nosotras, porque rotamos, pero no nos llegó para ganar».

El espíritu competitivo de Raquel y sus compañeras sigue, en todo caso, intacto antes de afrontar otra nueva Eurocup en la que defenderán la vitola de campeonas ante conjuntos con el caché del Lyon Asvel, Tango Bourges, Cukurova o Virtus Bolonia. La ourensana piensa disfrutarla: «Además este año será un torneo con todas sus experiencias, porque el anterior lo disfrutamos en burbuja y fue todo muy concentrado».

Porque Carrera no quiere pasar por alto ningún detalle de su carrera profesional, que comenzó a los 17 años, en las filas del Celta. Como joven internacional, no olvida que la competición europea y la Liga doméstica serán dos torneos de un gran nivel, en los que no le vale para relajarse ni el triunfo ante el Avenida: «Somos dos plantillas que ni siquiera estamos completas aún. Esto está empezando. Veníamos de jugar varias finales y solo habíamos ganado una, pero ahora hay que intentar que sean más, aunque sabemos que todos los equipos están muy reforzados y la Liga Endesa, por ejemplo, estará muy igualada».

Mientras tanto, aunque muchos especialistas apuestan por su brillante futuro en la WNBA, Raquel sigue centrada en el Valencia: «El sueño de Atlanta está aparcado y toca crecer en Europa y la Liga, donde tenemos retos importantes. A largo plazo ya veremos como va mi carrera». A punto de cruzar la barrera de los 20, todo es posible para la joya del baloncesto español.