La Voz de Galicia

Un Real Madrid muy fiable se enfrenta a un Barcelona en construcción

Deportes

Javier Lavandeira

12 Jan 2022. Actualizado a las 17:17 h.

Está claro que un Barcelona-Real Madrid no es un partido cualquiera, aunque la diferencia entre ambos, en este momento, es abismal. La necesidad de títulos, la necesidad que tienen los entrenadores de reivindicarse y de volver a sentirse grandes las instituciones, minimiza las grandes diferencias, que a priori, deberían observarse sobre el césped.

El Real Madrid de Ancelotti es un equipo con las ideas muy claras, un técnico con mucho sentido común, gran gestor del grupo y que, principalmente, pone a jugar a los buenos, sin darle muchas vueltas al dibujo táctico y sin mostrar excesivas modificaciones en lo que se refiere al modelo, sistema y variantes en el juego. Este contexto tan uniforme permite destacar a una plantilla muy experimentada, que tiene claro qué es lo que le pide su entrenador y qué es lo que tiene que hacer para plasmarlo.

Sin embargo, el Barcelona de Xavi Hernández se encuentra en un período constante de cambios, con jugadores jóvenes que están teniendo que asumir demasiado rápido la condición de líderes dentro y fuera del campo, que intentan jugar a algo que muchos llevan entrenando desde pequeños, pero que, de momento, con estas piezas, no logran hacer efectivo.

Los dos conjuntos llegan con un sistema bien definido, más allá de quien lo configure, un 1-4-3-3, pero con notables diferencias a la hora de ejecutarlo. Un Barcelona obcecado en su juego de posición, con muy poca verticalidad y tratando de adaptar la versatilidad de su juego por banda, y un Real Madrid que se hace muy fuerte en mediocampo y, a partir de ahí, busca asociaciones rápidas sobre Vinicius y Benzema.

La gran diferencia entre estos dos equipos estará en las áreas, mientras al Real Madrid le cuesta poco generar ocasiones de gol, al Barça le cuesta un mundo y lo peor para los culés es la dificultad que tienen para defender cerca de su área o en transición defensiva.

En el Barcelona el problema es que todos esperan a los que no están: Ansu, Araújo, Ferran, Pedri… Mientras que el Real Madrid confía en los que llevan estando toda la temporada, Benzema, Vinicius y los que están viniendo, como Asensio.

Todo duelo entre el Real Madrid y el Barcelona supone un extra para sus futbolistas, que hace que todo se iguale un poco más, pero la realidad es que hoy merengues y culés viven una realidad opuesta, entre la fiabilidad del primero y la inseguridad del segundo.


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