Un recorrido para clasicómanos en Ourense

O Gran Camiño dedica su tercera jornada a Ourense, una etapa entre Maceda y Luíntra, con tres altos de montaña (uno de segunda, dos de primera) y 2.672 metros de desnivel, a lo largo de algo más de 148 kilómetros. Y Carlos Canal (Euskaltel) va más allá de esas estadísticas, al hablar de la nueva cita con el ciclismo nacional: «Es muy dura, no solo por los números. Los 50 kilómetros finales son terribles y, si algo tengo claro, es que el espectáculo está asegurado».

Palabra del ciclista más joven de la pasada edición de La Vuelta. Aún sin cumplir los 21 años, afronta su tercera temporada profesional como recién llegado al conjunto vasco. El trazado partirá de la sede de la escuela donde se formó como biker y pasará por su Xinzo de Limia natal. Es un territorio que ha probado una y mil veces durante sus entrenamientos: «Otro matiz que no queda claro en los libros de ruta es el tipo de carreteras por el que transita, asfalto viejo, del que parece que absorbe la bici, y revirado, además de incluir muchas trampas».

Centrándose en esos kilómetros finales en los que se concentran las dificultades montañosas, Canal Blanco también avisa de un reto importante: «No es solo subir rampas del 8?% en un puerto de segunda, es que no habrá llanos para descansar entre uno y otro. Después de coronar el primero, la carretera sigue picando hacia arriba. Y más tarde el terreno es similar, además con kilómetros al 11 o 12 % en el último y alguna rampa muy complicada».

No duda que el diseño de Ezequiel Mosquera es complejo: «No es apto para escaladores puros, le irá mejor a un todoterreno, gente del perfil de Alejandro Valverde, por ejemplo. Es un escenario para clasicómanos y ciclistas versátiles, que además tendrán que llegar con fuerzas suficientes».