Los poderes de Alcaraz: repertorio, físico, madurez y diversión
Deportes
La gran sensación del tenis ya mejoró su servicio en las últimas semanas, y aún tiene margen para progresar, al igual que en el resto
09 May 2022. Actualizado a las 14:02 h.
Con 18 años, Carlos Alcaraz llegaba a Madrid con una trayectoria extraordinaria. En Madrid, cumplió 19 años y como fiesta de cumpleaños bordó el tenis en toda la expresión de la palabra y logró vencer consecutivamente a Rafa Nadal, a Novak Djokovic y a Alexander Zverev, es decir al número 1 del mundo, al rey de la tierra y actual número 4, y al 3.
Con Nadal y Djokovic jugó partidos durísimos, sobre todo con el serbio, demostrando una madurez fuera de lo común, para solventar los momentos más complicados. A Zverev, dos veces ganador en Madrid y ganador el pasado año, le pasó por encima en una hora de juego que fue un monólogo del español ante un rival cabizbajo y que en ningún momento dio la impresión de optar a darle la vuelta a un marcador netamente favorable a Alcaraz a partir del 2-2 del inicio del partido.
Ganador en Miami, ganador en Barcelona, ganador en Madrid, completando cinco finales ganadas, con 28 victorias, siete de ellas ante jugadores top-ten, una subida en un año del 120 al 6º puesto de la ATP, ¡qué se puede decir de este chaval que ha irrumpido en el tenis mundial con un potencial extraordinario!. Pues que es un regalo para el tenis mundial y sobre todo para el tenis español. Y lo es porque además de lo espectacular de sus resultados, la forma de conseguirlos encandila a todos los aficionados, por una frescura, una naturalidad, una sensación de disfrute en la pista como nunca antes se había visto. Si a eso le añadimos un potencial de golpes con una variación que no encuentra comparación con los grandes jugadores que hemos conocido: con unas condiciones físicas extraordinarias, un alto ritmo de fondo con una derecha demoledora y una facilidad para ejecutar las dejadas que no tienen comparación con ningún jugador de las últimas épocas... Valiente para subir a la red apoyado por una excelente volea, versátil para atacar o defender con eficacia, sus partidos ofrecen una variedad de golpes que garantizan el espectáculo.
Si además es duro mentalmente, no se inmuta ante marcadores adversos y maneja positivamente la presión en las grandes citas, está claro que nos encontramos ante un jugador con unas posibilidades inmensas de lograr un gran palmarés en los próximos años, y optar en el futuro a encabezar el ránking mundial.
En nuestro anterior análisis al murciano, comentábamos la necesidad, para competir con los mejores, de mejorar su primer servicio, tanto en la potencia del mismo, como en el porcentaje. En poco tiempo, ya ha conseguido mejorar la velocidad del mismo. Ahora le queda mejorar su porcentaje. Igualmente, su resto ante el primer saque de los grandes especialistas está por debajo de su potencial, pero con la velocidad que está consiguiendo mejorar en todo su juego, no dudamos que lo conseguirá en un breve plazo.
Luego también está que como siempre sucede cuando aparece un jugador nuevo en el circuito con unas características diferentes (me viene a la memoria la aparición de Agassi), todos los técnicos de los grandes jugadores estudian detalladamente su forma de jugar, para conseguir tácticas que minimicen su rendimiento.
Carlos tendrá que superar esas situaciones y convivir con que ahora es un jugador a batir, y que debería dosificar su calendario para no quemarse o sufrir lesiones por sobrecarga, que pongan en peligro sus excepcionales condiciones.
En resumen. Que con Nadal siguiendo su ruta de prepararse para llegar a punto en Roland Garros, ya tenemos otro ídolo para la afición española, y yo diría que mundial. Tenemos la suerte de contar con el jugador que encabeza el palmarés de grand slams, una leyenda, ejemplo de todo, y con mucho que hacer si no se lo impiden las lesiones, conviviendo en la élite con un jovencísimo jugador, de excepcionales condiciones y con una alegría y una naturalidad que encandila a los aficionados.
Aunque Alcaraz descansará Roma se presenta interesante, pero lo que no cabe duda es que París promete ser una de las mejores ediciones de Roland Garros de los últimos años. Y si las lesiones no lo impiden, además de Nadal habrá otro español con posibilidades de ganarlo. Rafa no podía tener un mejor relevo, aunque ojalá que ese relevo se retrase y ambos convivan en el circuito unos años más.