Un bronce mundial como punto de inicio para Támara Echegoyen
Deportes
Solo cinco meses después de anunciar su regreso al equipo preolímpico español, sube al podio en la gran cita de Canadá
05 Sep 2022. Actualizado a las 21:48 h.
Un bronce que sabe oro. Sin casi preparación sobre el agua desde que Tokio le provocara el llanto de impotencia, por la medalla olímpica que se le resiste en 49er FX, la gallega Támara Echegoyen consiguió la hazaña de subirse nuevamente a un podio mundial. Sin el glamur de los títulos logrados en el 2016 en Clearwater (Estados Unidos) y en Geelong (Australia), pero quizás con más mérito aún, la pontevedresa se ha llevado el bronce de Nova Scotia (Canadá). Solo han pasado cinco meses desde que Támara anunció su vuelta en una entrevista en La Voz de Galicia.
Echegoyen, junto a su inseparable compañera de fatigas, la balear Paula Barceló, no iban a esta cita con grandes objetivos más allá de abrir una nueva carrera olímpica, esta vez hacia París 2024. «Somos conscientes de que nuestras mayores rivales han hecho una preparación óptima para este campeonato. No vamos con ninguna perspectiva más que chequear en qué nivel estamos y qué tenemos que trabajar este invierno para afrontar la próxima temporada con las mayores opciones. Es una oportunidad para nosotras para volver a medirnos y ver qué puntos hay que mejorar de cara al Mundial del próximo año, que es cuando nos jugaremos la plaza olímpica», destacaba Echegoyen a La Voz, antes de comenzar la competición.
Y ese punto de partida es esperanzador. Salvo la jornada del sábado, en la que sufrieron un mal día, que les privó de luchar incluso por el título, estuvieron siempre delante. De las 16 mangas de clasificación celebradas, en diez estuvieron entre las seis primeras (de 36 barcos) y en solo cuatro se vieron rezagadas a la parte media-baja del grupo. Incluso se permitieron el lujo de ganar la última regata del domingo. Una exhibición de regularidad que les llevó a la medal race con los deberes hechos. Con el bronce asegurado, ya que por delante Países Bajos y Suecia ya eran inalcanzables; y por detrás Polonia estaba a 28 puntos. La puntilla fue el sexto puesto logrado en la carrera inaugural del lunes, por delante todas las favoritas.
El bronce es magnífico, sobre todo teniendo en cuenta que Echegoyen y Barceló superaron ampliamente a las campeonas olímpicas, las brasileñas Martine Soffiatti Grael y KahenaKunze. Y solo se vieron superados por el barco de la neerlandesas Odile van Aanholt y Annette Duetz y el de las suecas Vilma Bobeck y Rebecca Netzler, que llegaron con mucha más preparación (fueron también las dominadoras del Europeo de Dinamarca de julio).
La Haya 2023, el gran desafío
La decepción de Tokio, a la que había que sumar la de Río cinco años atrás con sendos diplomas olímpicos que para nada servían de consuelo, hizo abrir en la regatista gallega un período de reflexión. Desde agosto a marzo, siete meses para poner la cabeza en otras cosas, principalmente en los estudios. Curadas las heridas, tocó decidirse y apostar por volver.
Ahora, Echegoyen y Barceló tendrán por delante un invierno muy diferente al del pasado curso. Toca trabajar duro para preparar con garantías el 2023, que sin duda será un año clave para estar en París.
El gran objetivo será lograr una de las diez plazas olímpicas que se pondrán en juego en el Campeonato del Mundo 2023, con límite de una embarcación por país y género. Un evento que está previsto que se celebre del 10 al 20 de agosto del próximo año en La Haya (Países Bajos). De no conseguirlo ahí, todavía habría una última oportunidad en un preolímpico europeo, que se celebraría unos meses antes de los Juegos.
Támara Echegoyen y Paula Barceló, como también el equipo de la viguesa Patricia Suárez y la canaria María Cantero, lucharán por conquistar la plaza para España. Una vez lograda, sería la federación quien determinase el equipo que participaría en la prueba de París.
«Seguimos siendo el mismo equipo, pero necesitamos algo más de rodaje»
Tras conseguir la medalla, Echegoyen estaba feliz por la medalla, dadas las circunstancias. Así lo explica a La Voz: «Estamos supercontentas del rendimiento que hemos tenido durante todo el Mundial. Nos ha servido de mucho aprendizaje, en medio de cada regata recordábamos cosas, y nos vamos con la sensación de que seguimos siendo el mismo equipo, pero que necesitamos algo más de rodaje. Aquí compites contra las mejores y se nota que veníamos con menos entrenamientos. Este Mundial es una fuente de inspiración y volvemos a casa con muchas ganas de trabajar para afrotar la próxima temporada con más opciones. Todo apuntado y todo bien aprendido, para hacer una buena planificación de cara al próximo año».