Gavi ya tiene su primer título
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El jugador más joven sobre el terreno de juego fue el mejor de la final de la Supercopa y estrena su palmarés, y el de Xavi, con un gol y dos asistencias
15 Jan 2023. Actualizado a las 23:15 h.
La llave no iba a ser la intensidad, dejó escapar Ancelotti. Y la inteligencia azulgrana interceptó el mensaje, por si era cifrado, para traducirlo al idioma fútbol: presión más despliegue físico, más talento, igual al primer título del Barcelona de Xavi. Su mariscal de campo fue Gavi, ayer el jugador más joven sobre el terreno de juego..
Con el sevillano de 18 años a la batuta, el partido de ayer se jugó a lo que quiso el equipo culé, que fue a la asfixia del rival en el primer tercio de partido, por medio de una presión quirúrgica y armado de paciencia con el balón en los pies.
Ante un Real Madrid indolente, Gavi tenía claro que quería estrenar su palmarés con el Barcelona y ya en el minuto 11 avisó configurando el trío que escribiría el guion del partido: un centro suyo, intermediado por Balde, acabó en un remate de Lewandowski que no fue gol de milagro.
El público que abarrotaba las gradas del estadio rey Fahd lo vio claro y después del sarcástico canto con Messi como protagonista, la primera gran ovación se la llevó Gavi, en una recuperación con Carvajal como víctima en las inmediaciones del córner izquierdo propio después de que segundos antes pisase el área madridista con peligro real de anotar el primer gol. Este es un buen resumen de su actuación de ayer.
Lewandowski, pareja ideal
Le llegó ese gol en el minuto 36, cuando Busquets y Dembélé les robaron la cartera a Rüdiger y Camavinga para entregársela a Lewandowski, que brindó la oportunidad a Gavi de demostrar que, siendo uno de los centrocampistas más duros de la Liga, su pie izquierdo también presume de sutileza. Primer gol esta temporada, primer título con el Barcelona, primer éxito de Xavi en catorce meses en el banquillo, primero del cuadro blaugrana en veintiún meses, y primero desde el adiós de Lionel Messi.
Una vez encontrada la receta, tan solo era necesario replicarla. Aplastante lógica. Pero Gavi, que en dieciséis encuentros de Liga había firmado dos asistencias, ayer quiso dar un paso adelante y regaló su primer gol de la final devolviéndole el favor a Lewandowski, como guinda a otra recuperación en mediocampo. Gavi recibió de De Jong y se la brindó al polaco, que lleva veinte goles en veintidós citas desde que aterrizó en Barcelona.
Arrancó la segunda parte con un amago de rebeldía madridista queriendo acaparar el balón. Hasta que apareció el omnipresente. Gavi se multiplicó, regresó la pelota a su dueño natural en la noche de ayer y continuó su personal ascenso a piñón fijo. Iba a por la segunda asistencia (mejor marca personal de la temporada) y la consiguió en el minuto 69, con Pedri como beneficiario solidario, aunque ayer el peso del sevillano era tal que hasta pareció que el gol era lo de menos.
La actuación de Gavi hizo crecer a su entorno. Uno de los que más provecho sacó de lo que generó desde el primer minuto fue Balde, que intentó imitar la proyección box to box de su compañero. Ayer, los novatos dejaron de serlo.