El Real Madrid entierra a un muerto (1-0)

Cumpliendo con la costumbre, habrá una bola a nombre del Real Madrid en el bombo de cuartos. Esta vez llega hasta allí sin darle ningún misterio. No encontró oposición en el Liverpool, que en un alarde de ingenio probó a remontar tres goles haciéndose el muerto. Salió al Bernabéu con la losa a cuestas desde Anfield y actuó como si no tuviera interés en deshacerse de ella. Se dejó gobernar, atado al ritmo lento de Fabinho, mientras los de Ancelotti buscaban el truco en la aparente renuncia del adversario. Donde se esperaba una salida en tromba, no hubo más que un inocente disparo de Darwin Núñez después de que Salah decidiera indultar a Rüdiger. El egipcio permitió rehacerse al alemán tras su error de cálculo en la trayectoria de la bola y luego se vio obligado a entregar el cuero en desventaja al compañero.

A ese disparo de los ingleses le sucedieron cinco del anfitrión, pinchando a los pocos al oponente por miedo a que resucitase de golpe y se pusiera con la remontada. Kroos rejuveneció para dirigir las pruebas, bien respaldado por Modric y Camavinga. De un robo del francés nació la primera ocasión seria. No cazó Benzema el centro atrás de Kroos, que enseguida (minuto 10) cambió el pase por el tiro. Su chut desde la frontal sirvió para calentar a Allison.

Ya desperezado, el portero del Liverpool reclamó el foco. Primero, con una parada importada del balonmano que hizo alucinar a Vinicius. Al extremo brasileño, hiperactivo, se le apareció el brazo del meta cuando remató, a dos palmos de la línea de gol la inteligente dejada de Rüdiger tras otro servicio medido de Kroos.

La sensacional intervención no tuvo efecto contagio y el equipo en desventaja siguió sedado, con el Madrid a las puertas de su área. Desde la frontal probaron Camavinga y Modric. El primero se encontró con Allison y la madera, y el segundo rozó la escuadra. Veinte minutos, y nada al rojo.

Salah, si acaso. Fue él quien mejor respondió a los estímulos del rival, encontrando un pequeño filón en Nacho. El multiusos de Ancelotti sufrió en el lateral izquierdo, a donde llegaron desplazamientos en largo de un Van Dijk bien entonado y las escasas combinaciones con algo de mordiente. Por suerte para el defensor del título, al egipcio le faltaron socios de nivel para aprovechar sus carreras. Diogo Jota pifió la volea en un centro atrás que abrió el breve tramo durante el que el Liverpool compitió en el Bernabéu. Para mayor gloria de Courtois, quien dejó su huella en el duelo con una estirada para desviar el chut de Darwin Núñez y una parada de las corrientes para atrapar el intento de Gakpo.

Llegó el descanso y terminó sin novedad, como el resto del encuentro. Ni cambios hubo, por mucho que haya un clásico a las puertas. Seguían los blancos sin fiarse de la inocuidad del adversario. Continuaron percutiendo, por si acaso, con Valverde pidiendo turno para ser también protagonista. Gozó el uruguayo de un mano a mano para poner el colofón a una transición rápida, pero se hizo un lío frente a Alisson. A continuación, cabeceó alto un fabuloso centro de Modric con la zurda.

La frecuencia de las incursiones no tuvo efecto en el Liverpool, que se mantuvo plano también con Firmino en el campo, pero al menos desató los celos de Benzema, aún falto de brillo esta temporada. Animado y asistido por Vinicius, ensayó con un tiro por encima del larguero antes de embocar el siguiente intento. Y el Madrid, que ya tenía en el bolsillo el cruce, se llevaba también el partido.

Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Courtois; Carvajal (Lucas Vázquez, m.86), Militao, Rüdiger, Nacho; Camavinga, Kroos (Tchouaméni, m.84), Modric (Ceballos, m.82); Fede Valverde, Vinícius (Marco Asensio, m.84) y Benzema (Rodrygo, m.82).

0 - Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold, Konaté, Van Dijk, Robertson (Tsimikas, m.91); Fabinho, Milner (Oxlade-Chamberlain, m.73); Diogo Jota (Elliott, m.57), Gakpo (Carvalho, m.91), Darwin Núñez (Firmino, m.57) y Salah.

Goles: 1-0, m.79: Benzema.

Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Amonestó al técnico del Liverpool, Jürgen Klopp (72).

Incidencias: encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.127 espectadores.