La víctima de Dani Alves, entre lágrimas: «Nadie me creerá, en las cámaras se ve que entré en el baño de manera voluntaria»

El primer policía que asistió a la mujer que denunció a Dani Alves por una supuesta agresión sexual llevaba encima una cámara que los agentes suelen utilizar para grabar actuaciones conflictivas. Y toda la conversación de estos primeros momentos de tensión vividos en la discoteca Sutton de Barcelona quedaron grabados y registrados en un documento de dos páginas al que ha tenido acceso el periódico La Vanguardia. En él queda reflejado el nerviosismo de la joven, que relató entre sollozos cómo intercambió con el futbolista unos primeros besos en el baño del local; dijo querer salir enseguida pero que Alves se lo impidió bloqueando la salida con el pestillo de la puerta.

La joven explica cómo accedió de manera voluntaria al baño en compañía del futbolista pero que, tras intercambiar algunos besos, ella le dijo que quería irse, pero él le contestó que no y cerró la puerta por dentro con el pestillo. En el informe policial que recoge la transcripción de esas imágenes consta cómo en ese momento la víctima empezó a llorar e interrumpió el relato. Tras calmarse, la joven contó que siguieron dándose algunos besos más, pero que el hombre empezó a decirle cosas muy desagradables como: «Eres mi putita». Dice incluso que le pegó varias veces. La denunciante se echó a llorar de nuevo y contó que su agresor le tiró el bolso al suelo y la agarró por el vestido. Después se muestra preocupada ante el agente y reconoce que nadie la va a creer porque todo el mundo verá por las cámaras de seguridad que entró en el baño de manera voluntaria. Aunque la parte final de la conversación no quedó registrada al agotarse la batería del dispositivo, al final el agente convence a la víctima para que acuda en ambulancia al hospital Clínic, donde fue atendida y se activó el protocolo de víctimas de delitos sexuales.

El vídeo, de 21 minutos y treinta y dos segundos, fue entregado a la Unidad Central de Agresiones Sexuales el 13 de enero, doce días después de que la joven presentara la denuncia y prestara declaración. Se trata de un documento inédito fruto de la casualidad, pues el propio agente desconocía que la conversación se estaba grabando. De hecho, según explica el periódico catalán, el material audiovisual es más largo, pues el cabo de seguridad ciudadana de la comisaría de Sarrià Sant Gervasi aún se encontraba en las dependencias policiales cuando activó de manera involuntaria la cámara, a las 4.57 de la madrugada de aquel día, y llegó a la discoteca casi diez minutos más tarde.

Esta misma semana, la jueza que investiga a Dani Alves denegó su segunda petición de salir de prisión provisional, donde ingresó el pasado 20 de enero. La jueza del Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona ya había descartado una solicitud igual del jugador, y la Audiencia de Barcelona avaló su decisión, pero Alves volvió a pedirlo tras una segunda declaración realizada de forma voluntaria. Después de cambiar su versión de los hechos, su abogado, Cristóbal Martell, presentó en el juzgado un escrito en el que reclamó su excarcelación. Los argumentos que esgrimió son que tiene arraigo en la localidad catalana y que no hay riesgo de fuga, a diferencia de lo que sigue manteniendo la justicia. Además, la Audiencia de Barcelona autorizó que una médica designada por la defensa del brasileño pueda estar presente en el reconocimiento médico forense de la presunta víctima.