Jéssica Bouzas se despide de Wimbledon tras firmar un gran debut ante Anhelina Kalinina

Fue su primera vez, pero visto su debut en el cuadro final de Wimbledon, a Jéssica Bouzas Maneiro le quedan muchas horas por delante en los torneos del Grand Slam. La vilagarciana, de 20 años y 167 del ránking mundial, perdió a primera hora de la tarde de este jueves 4-6 y 3-6 ante la ucraniana Anhelina Kalinina, que además de contar con seis años más de experiencia encima, acompaña la circunstancia de ser hoy la jugadora número 26 del circuito profesional. Tras la derrota, fraguada en 1 hora y 26 minutos de juego, la imagen de la primera tenista de Galicia en disputar el cuadro final de un grand slam en siete años tuteando a su rival, dejando la sensación de que un resultado final diferente pudo haber sido perfectamente posible. 

Muchas eran los contras a los que se enfrentaba Jéssica Bouzas. Al nivel de Kalinina se sumaban los lógicos nervios de un estreno como el que le tocaba disfrutar, pero también gestionar. Una tensión a la que a buen seguro en nada ayudó los dos aplazamientos del partido, programado inicialmente para el martes y pospuesto por segunda vez el miércoles por la lluvia sobre Londres. Pero lo cierto es que la arousana supo manejarse muy bien en este escenario, o al menos parecerlo más allá de su pleno de smash fallados, lo que a efectos prácticos resulta lo mismo.

La rotura de saque firmada por Kalinina en el primer juego hacía pensar en lo contrario. Hasta que Jéssica le devolvió el golpe en el segundo y se repuso después de un 2-3, poniéndose al frente del set 4-3 tras dejar en blanco a su rival tirando de saque. Para entonces las dos jugadoras habían mostrado ya las bazas con las que buscaron trabajarse la mano ganadora. La ucraniana, reconocida cañonera en el circuito profesional, letal cuando conseguía colocar su primer servicio y mandándole a su oponente bolas cortadas de poco bote en campo contrario, que le dificultaban a Bouzas Maneiro la devolución sobremanera. La gallega, alternando en cada punto desde el fondo de la pista su drive y el revés con continuos cambios de dirección, en pos de puntos más largos que, cuando se estiraban, ponían en serios aprietos a Kalinina.

Con el 4-3 en contra, la eslava apostó por cambios en la velocidad y altura de sus golpes cortados para descolocar a la jugadora de Javier Martí, que siguió el encuentro desde las gradas de la pista 17 del All England Lawn Tennis and Croquet Club junto al resto del equipo técnico de la de Vilagarcía de Arousa. La estrategia surtió efecto y Kalinina se llevó la primera manga 4-6 con tres juegos seguidos. Los tres, igualadísimos. El segundo de ellos, con 4-5 final, desnivelado por una bola desviada por la cinta de la red. Un detalle que decantó algún otro punto más, como un puñado de esos botes irregulares que regala el tenis sobre hierba, prácticamente en todos los casos decantando la balanza del lado ucraniano. Con todo, y aún habiendo encajado el cierre del 4-6 con un ace de Kalinina, Bouzas Maneiro empezaba el segundo set con la moral muy alta, tras igualar el 40 a nada de salida de Kalinina en el último juego de la primera manga.

Tras 42 minutos de juego, la gallega amenazó con emular sus remontadas en las dos primeras rondas del cuadro previo de Wimbledon ante la india Raina y la francesa Burel aferrándose a su servicio: 1-0, 2-1, 3-2, levantando incluso una bola de break para llevarse el juego con un ace. Y de nuevo un detalle decantó el fiel del lado de Kalinina, cuando con 0-15 y sirviendo esta, la ucraniana se resbaló; Jéssica Bouzas tan solo tenía que devolver una bola sencilla al interior del campo, pero hizo lo más difícil, mandándola fuera. De lo que pudo haber sido con un 0-30 al 3-3, punto de partida a tres últimos juegos en los que Kalinina, que aparentaba menos fuelle físico ante un hipotético tercer set, apretó para resolver el duelo. Con una gran dejada en el desempate que originó el 3-4, dejando en un punto a la arousana en el 3-5 y sin despeinarse en el definitivo 3-6, con Bouzas Maneiro pagando, aquí sí, su condición de novata con un error no forzado y dos dobles faltas, la última cerrando el partido. Hace diez días Jéssica no había jugado un solo partido oficial sobre hierba.